Escuché una frase de Teresa Anderson que me gustó mucho y quiero compartírselas: “Lo que no se mide, no se puede mejorar”.
Pensemos por un momento y reflexionemos a qué me refiero. Muchas veces en la vida creemos que aunque no midamos nuestros resultados, nuestros avances automáticamente se darán por el simple hecho de la experiencia, sin embargo, eso es totalmente falso; cuando no medimos algo, cuando no sabemos qué tanto avanzamos, nos privamos de la oportunidad de mejorar en esa área.
Te voy a poner un ejemplo: imagínate que empiezas a ir al gimnasio, pasan 3 meses y nunca te pesas, nunca verificas tu talla, si es que bajaste o subiste, y al final de los 3 meses tú crees que has bajado de peso y reducido tallas, sin embargo, descubres que ni bajaste de peso, ni redujiste talla. ¿Por qué paso eso? Porque no tomamos el tiempo para medir nuestros avances, y probablemente a lo largo de estos 3 meses de ir al gimnasio, el ejercicio que estabas haciendo ya no te estaba sirviendo, la comida que estabas teniendo no era la adecuada, pero nunca te diste cuenta porque esperaste hasta los 3 meses.
Lo mismo pasa con la vida, cuando no medimos nuestros resultados, ya sea en nuestra vida personal, familiar, espiritual y empresarial, no tendremos oportunidad de crecer, tenemos que tomar la decisión de medir nuestros resultados como mínimo una vez por semana, de esa manera nos permite redireccionar nuestra brújula y enfocarnos en lo que realmente nos producirá resultados productivos en nuestra vida.
Te reto a que esta semana midas tus resultados en algún área, ejemplo, puedes ponerte la meta de hacer 3 veces a la semana ejercicio, no quejarte durante toda la semana, decirle algo positivo a 10 personas durante la semana, agradecer a Dios todos los días, abrazar a tus seres queridos antes de irte a dormir, hablar con 5 clientes nuevos durante la semana, etc.
El objetivo es que establezcas una meta nueva en tu vida a la semana, y al final de ella, te sientes para ver que lograste y como lo hiciste, y si acaso no llegaste a tu meta, ¿por qué? De esa manera te darás cuenta de que el hecho de medir tus resultados te dará una visión más clara de tus acciones y podrás tomar decisiones que beneficien el crecimiento y la productividad en tu vida.
Recuerda, si mides tus avances, tienes oportunidad de mejorar, si no mides tus avances, puede ser que nunca estés avanzando y no te des cuenta.
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