"El sexo no prospera en medio de la monotonía. Sin sentimiento, sin invenciones, sin el estado de ánimo apropiado, no hay sorpresas en la cama. El sexo debe mezclarse con lágrimas, risas, palabras, promesas, escenas, celos, envidia, todas las variedades del miedo, viajes al extranjero, caras nuevas, novelas, relatos, sueños, fantasías, música, danza, opio y vino."
(Prólogo a ¡, Bruguera, 1979).
Muchas veces la cantidad de tiempo compartido es un triunfo a la luz de la modernidad que parece ser un mal augurio para las relaciones amorosas en la modernidad, pero en mi opinión, la clave no es simplemente permanecer por que sí, es permanecer con ese alguien porque así lo deseas y porque anhelas su presencia por lo que te transmite y que en nadie más podrías encontrar.
No obstante, en nuestros tiempos, caer en la monotonía es uno de los riesgos más frecuentes en toda relación, y es que estamos tan de prisa que nunca tenemos la oportunidad de hablar realmente, lo que trae como consecuencia la superficialidad, que nos deja un sabor de boca amargo y la pregunta sin responder durante años de qué es lo que pasa, y si desafortunadamente ha pasado el tiempo suficiente, este planteamiento pueda darse cuando todo ya se ha ido y no haya nada que rescatar.
Indudablemente, la monotonía hace mal trío en el amor, y esta se ve venir desde el momento en el que siempre van a los mismos lugares y si bien, es cierto con el pasar del tiempo es normal frecuentar los mismos lugares e incluso la misma gente, la clave está en dejar de sentir esa emoción por hacer planes con el otro, lo que se acompaña frecuentemente de una sensación de desmotivación o aburrimiento.
Otro punto determinante de la monotonía es que las conversaciones ya no son las mismas de antes, donde podían hablar por horas y se reían sin parar y ahora apenas y se dirigen la palabra, y si, quizás las llamadas de teléfono suelen tener la misma frecuencia, pero los temas de conversación son menos atractivos o cada vez te interesa menos saber cómo le fue en el día, lo mismo aplica para toda red social a través de la cual pueda existir comunicación.
En este sentido, la sexualidad es uno de los factores que sufren significativamente la monotonía, y es que la falta de comunicación apropiada da pauta a que los encuentros sexuales sean con menor frecuencia o porque el “foreplay” simplemente se perciben con menor sensualidad y originalidad, y en contraste, son cada vez más predecibles y aburridos.
¿Alguna vez has tenido ese deseo de tener sexo desenfrenado y al llegar a la cama tu pareja se concentra en la tv, el smartphone o en todo menos en ti y eso te produce una fuerte inconformidad?
Otro punto importante es que ambas partes muestran cierto desenfado en su aspecto y es que, si bien es cierto, con el pasar del tiempo, existe la confianza suficiente para que sea frecuente que se vean desarreglados y eso no es problema, sí lo es cuando la higiene personal es un factor que también se descuida, sin importar la impresión que pueda causar en el otro.
Y si en resumidas cuentas esa sensación de adrenalina que te recorría todo el cuerpo por el simple hecho de verle, besarle, tener sexo, platicar o simplemente estar con esa persona se ha difuminado y está en total declive, la monotonía se ha apoderado de ambos, no obstante, eso no quiere decir que todo este perdido si ante todo puedes contestar a la pregunta ¿Y si nos enamoramos todos los días?
“Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta, amarra y abandona el Puerto seguro... atrapa los vientos en tus velas, explora, sueña, descubre.”
Mark Twain.
CONTACTO:
- Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca
- Médico Psiquiatra, Sexólogo, Psiquiatra Forense y Psicoterapeuta.
- Director de Mindful. Expertos en Psiquiatría y Psicología.
- www.vivemindful.com
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