Para hacer gelatinas no se necesita ser un experto en la cocina… son postres bastante fáciles que se pueden elaborar rápidamente. Si no estás muy familiarizado con ellas esta es tu oportunidad para empezar, con estas dos recetas que Aldo Gómez, gerente de A y B y chef del restaurante Casa Plata en MM Grand Hotel Puebla trae para esta publicación, las cuales, como toque extra, llevan frutas naturales o en almíbar.
GELATINA DE UVAS VERDES Y FRESAS
INGREDIENTES:
- 1 bolsa de gelatina de anís
- 1 bolsa de gelatina de limón
- 500 g de uvas verdes
- 500 g de fresas
PROCEDIMIENTO:
Hervir un litro de agua e incorporar la gelatina, moverle hasta que sea una mezcla homogénea.
Vaciarla en un recipiente y refrigerar durante 30 minutos.
Lavar y desinfectar las uvas y fresas. Cortar las uvas a la mitad y las fresas en rodajas. Una vez que esté cuajada la gelatina incorporar la fruta. Por otra parte, hervir un litro de agua e incorporar la gelatina de limón, diluirla bien, esperar 15 minutos (para que se enfríe un poco) y finalmente se añade en el recipiente donde ya está cuajada la otra gelatina y se mete al refrigerador.
Desmóldala y ¡a disfrutar!
GELATINA Y MOUSSE DE PIÑA
INGREDIENTES:
- 2 sobres de gelatina sabor piña (de 120 g c/u)
- 1 lata de leche evaporada (300 ml)
- 1 lata de piña en almíbar (565 gr)
PROCEDIMIENTO:
Refrigerar la leche evaporada, por lo menos una hora, ya que se necesita bien fría.
El molde para gelatina donde se va a preparar (con capacidad para 3 litros) se engrasa con un poco de aceite y después se retira el exceso con una servilleta de papel. Ya que está bien engrasado se debe refrigerar mientras se prepara la gelatina.
El sobre de gelatina se disuelve en 3 tazas de agua hasta que esté bien caliente y se mueve para que mezcle bien. Una vez que se tenga una mezcla homogénea se le agrega 1 taza y media más de agua fría y se pone a reposar a temperatura ambiente; una vez que lo esté, se saca del refrigerador el molde y se le coloca la piña (que previamente tiene que haberse escurrido bien del almíbar) y después se le vacía la gelatina que estaba reposando y se mete nuevamente a la nevera hasta que semi cuaje (una media hora aproximadamente).
Para hacer el mousse, se prepara el otro sobre de gelatina en una taza de agua bien caliente. Este solo se va a disolver en 2 tazas de agua. Se mezcla la gelatina en 1 taza de agua caliente y ya que esté bien disuelta se le pone la otra taza, pero de agua fría. Se mezcla y también se deja reposar hasta que se ponga a temperatura ambiente.
Es momento de sacar la leche evaporada de la nevera (que esté bien fría) y se licúa a velocidad alta por 2 minutos. Ya que haya transcurrido ese tiempo, se añade la gelatina -que tiene que estar a temperatura ambiente- poco a poco, sin apagar la licuadora. Una vez que se haya vertido toda, se licúan ambas por unos minutos más.
Finalmente, esa mezcla se va a añadir poco a poco en el molde donde está la gelatina semi cuajada (ojo, si se cuaja ya no se van a pegar, de ahí la importancia de que esté semi cuajada) y ahora se mete el molde al refrigerador, mínimo por media hora. Para concluir, se desmolda y queda lista.