Siempre se ha dicho que tener una mascota es lo mejor que le puede pasar a una persona, porque además de ayudarle a mejorar su salud física son aliados incondicionales para la salud mental. Pero antes de tener uno, deberías cuestionarte por qué quieres tenerlo.
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Tener un perro debe ser una decisión meditada porque formará parte de tu vida y de tu familia entre 10 y 15 años, y esto implica una serie de gastos, como cuidados médicos, higiénicos y alimentación. Además de considerar otros aspectos como atención y ejercicios, porque si va a pasar 8 horas diarias solo en tu casa, es mejor que no lo tengas.
Otra pregunta que deberías hacerte es ¿cómo te gustaría que fuera tu vida en unos años?, si en 5 años quieres tener hijos, en 10 cambiarás de empleo, y quizá te mudaras de casa, entonces piensa si un perro encaja en tus planes a futuro.
Cuando un perro llega a casa, muy probablemente hará sus necesidades dentro de casa y romperá cosas jugando o por curiosidad, ¿estás dispuesto a aceptarlo y educarlo?, porque tu nuevo compañero de vida necesitará comprensión para aprender y adaptarse a su entorno.
Es importante tener en cuenta el periodo de ausencias y vacaciones. ¿Puedes dejar el perro con alguien? ¿Puedes llevarlo al sitio donde vas? Si vas a dejarlo en una residencia, ten previsto un presupuesto para ello. Por favor, no lo abandones.
Si ya estas decidido a tener un perro, adoptar sería una decisión humana e inteligente.
¿Por qué adoptar y no comprar?
Los canes al igual que todos los seres vivos, necesitan cuidados adecuados que les brinden bienestar, pero sobre todo, si han sufrido abandono, maltrato o la indiferencia del ser humano.
Cuando tú le brindas a un perro una segunda oportunidad para ser feliz, en agradecimiento te regresa el más grande y puro amor incondicional. Todos los días comprobarás como te devuelve el cariño y la atención que le ofreces, y esto solo podrás comprobarlo cuando adoptes uno. Esto te estimulará para salir de casa para hacer ejercicio juntos y socializar, él con otros de su misma especie y con humanos, y por ende, tú conocerás gente nueva.
La adopción incentiva la tenencia responsable de animales de compañía y disminuye la sobrepoblación de animales, ya que al adoptar, el perro se entrega siempre esterilizado, además de desparasitado y vacunado.
¿Dónde vives y con quién, son factores que se evalúan al adoptar?
Previo a la adopción, el albergue te cuestionará acerca de tu estilo de vida, espacio y tiempo disponible, así como del perro que deseas adoptar, para con base en ello asesorarte acerca de cuál sería el ideal para ti. Por ejemplo, si vives en un departamento, lo mejor sería adoptar a un perro pequeño. Si tienes una casa grande, con jardín o en el campo, entonces un perro grande es adecuado.
Si tu vida es sedentaria, el perro que adoptes podrías se uno mayor para que no necesite mucha actividad. Si eres muy activo, entonces un can con mucha energía que te pueda acompañar a tus excursiones, es lo mejor.
En caso de tener niños en la casa, una buena opción son los perros sociables y fáciles de educar. Lo mismo si viven muchos vecinos a tu alrededor, elegir un perro tranquilo que no sea ladrador, sería lo ideal.
Por último, toma en cuenta que un perro adulto ya desarrolló su carácter entonces más fácilmente podrás saber si es compatible o no. En cambio, un cachorro necesitará educación y paciencia de tu parte.
Mucha paciencia porque tendrás que enseñarle a hacer sus necesidades fuera de la casa y mientras aprende, las hará adentro. Por otro lado, cuando le comiencen a salir los dientes morderá todo a su paso, ¡eso sí!, vivirás a su lado esta emocionante etapa de su vida, lo que generará un vínculo más fuerte entre ustedes.
Es importante mencionar que los albergues no cobran por adoptar un perro, pero por consciencia social, debes dejar una aportación económica de ayuda al mismo o en su defecto, aportar bultos de croquetas.
Antes de tener un perro, recuerda nuevamente que los canes son un compromiso de 10 a 15 años de gastos veterinarios, de alimentación, de cuidados, de limpieza y de paseos diarios. Con o sin pareja, con o sin trabajo, con o sin hijos y en vacaciones. Si no estás cien por ciento convencido de querer una responsabilidad de este tamaño, mejor no compres, no adoptes, y no regales perros.