Ya estamos en invierno y, además del riesgo de contraer coronavirus, como cada año en esta temporada ahora se suma el riesgo de padecer otra infección, la influenza también conocida como gripe, que también podría ser mortal si se llega a complicar con neumonía.
Gracias a las vacunas que se aplican en temporada de frío, principalmente a las personas en riesgo, y también porque ya muchos nos hemos acostumbrado a usar cubrebocas, gel antibacterial y lavarnos las manos constantemente, ha disminuido en gran porcentaje el número de casos graves que se presentan.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, de influenza se confirmaron por laboratorio en México 930 casos positivos de la semana 40 a la 52 del 2021. Pero no debemos bajar la guardia ante ninguno de los dos virus.
Para entender más acerca de esta enfermedad, por qué debemos vacunarnos contra ella, sus síntomas, similitudes y diferencias con el resfriado común y con la Covid-19, entrevistamos a Eduardo López Villalobos, responsable del área de urgencias médico-quirúrgicas UPAEP.
El especialista nos explica que las afectaciones de la influenza se presentan principalmente a nivel respiratorio alto y provocan desde una gripa o gripe común y corriente, pero a los pacientes que se lleguen a complicar les puede dar neumonía, una infección respiratoria baja que algunos casos puede ser muy agresiva y provocar hasta la muerte, según el virus que les ataque.
Agrega que hay muchísimas cepas de influenza, más de 100 tipos diferentes; todas tienen su nombre y apellido, pero las más comunes de las agresivas son la A, la B, la H1N1 y la H3N2, que nos han dado “guerra” desde que empezaron los problemas fuertes con esta enfermedad, en 2009.
Este virus muta, igual que sucede con el coronavirus, y se hacen cada vez más resistentes para poder penetrar al organismo y atacarnos, pero para protegernos existe la vacuna que cada año nos podemos aplicar.
LA VACUNA CONTRA LA INFLUENZA
Muchas personas no se quieren inmunizar y al preguntarle al médico cuál cree que sea la razón de esta negativa, él expone que esto se debe a que, cuando empezó la pandemia de la influenza H1N1 en el año 2009 y se empezaron a sacar las vacunas, hubo mucha gente que se quejó porque desarrollaron más malestar que si les hubiera dado la enfermedad.
“De hecho hubo muchos pacientes que se pusieron mal de verdad, con tos con flemas, neumonía, mucho catarro, dolor del cuerpo, de articulaciones, dolor de cabeza impresionante y cosas de ese tipo, pero fue la primera vacuna que pusieron. Entonces les empezó a dar miedo y se corrió la voz, la gente decía: ‘no te la pongas porque te va peor con la vacuna’.
“Se empezó a correr ese rumor y hasta la fecha es increíble que la gente sigue pensando eso, pero la vacuna ha sufrido muchas modificaciones, la han perfeccionado y de verdad que no provoca absolutamente nada, ninguna reacción secundaria, si acaso llega a dar a lo mejor un poquito de febrícula y dolor de cuerpo, pero muy leve realmente”, asegura López.
Añade que actualmente hay campaña de vacunación en la UPAEP y de todos los pacientes que han vacunado no ha habido ninguno que se haya quejado absolutamente de nada, y afirma que eso no solo es ahí, sino en todos lados.
Comenta que pasa igual con el coronavirus, porque se corren rumores de que al aplicarse la vacuna puede pasar algo, “que porque les duele el brazo, que se puso mal quién sabe quién, que la AstraZeneca da muchas reacciones, que la gente se siente muy mal”.
“Pero yo creo que es más de idea que de realidad, a mí ya me pusieron la tercera dosis, yo usé Pfizer y ahorita AstraZeneca y lo único que me pasó es que me duele un poquito brazo y se acabó; es más el miedo que tiene la gente a aplicarse la vacuna (de influenza) a que realmente les pueda pasar algo, igual con la del coronavirus”, indica.
POR QUÉ DEBEMOS VACUNARNOS CONTRA INFLUENZA
El especialista afirma que deberíamos aplicarnos la vacuna contra la influenza para prevenir definitivamente la enfermedad, porque va a seguir existiendo, igual que pasará con el coronavirus, pero la diferencia es que probablemente el virus va a estar más atenuado.
Puede ser un virus agresivo, pero con las vacunas tenemos con qué defendernos, como contra cualquier otra enfermedad, incluso la Covid. Esto no quiere decir que ya se haya acabado, porque es sumamente contagioso y podría ser un gran riesgo si se sale de control.
QUIÉNES SON MÁS SUSCEPTIBLES
Debemos estar prevenidos porque podría provocar graves problemas, principalmente en la gente inmunocomprometida. Los que tienen enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad renal, cáncer, leucemia, sida, diabetes, obesidad y quienes tienen trastornos hematológicos.
Principalmente todos ellos son los que pueden tener el problema de desarrollar una infección más agresiva, pues se les podría complicar para provocar la muerte, ya sea por neumonía o incluso por septicemia, una infección generalizada que se transmite por la sangre a todos los órganos del cuerpo.
Advierte que nadie está exento, si yo no me pongo la vacuna, aunque no tenga ninguna de esas enfermedades, puedo tener la mala suerte de que me toque uno de estos bravos del H3N2, el H1N1, puedo desarrollar neumonía y fallecer, por eso es importante que toda la gente se vacune, también para evitar contagiar a más personas.
RESFRIADO, INFLUENZA Y COVID-19, ¿CÓMO SABER CUÁL TENEMOS?
Como seguramente ya sabes, hay una nueva cepa de coronavirus, la Ómicron, de la cual ya empiezan a surgir cada vez más contagios. Entre esta enfermedad, el resfriado común y la influenza hay muchas similitudes, por eso le pedimos a Eduardo López Villalobos, responsable del área de urgencias médico-quirúrgicas UPAEP, que nos las explicara.
SUS SÍNTOMAS E INCUBACIÓN
Un resfriado se puede incubar de 1 a 3 días, generalmente nos da nada más malestar, dolor de cabeza, probablemente dolor de articulaciones, de músculos, un poquito de flujo y congestión nasal y dura de 2 a 3 días aproximadamente, es de incubación rápida y de eliminación rápida.
En la gripe la incubación es de 1 a 7 días, aunque el promedio es de 2 a 3 días y sus síntomas, cuando es convencional, la gripa común y corriente, tiene síntomas leves como escalofríos, febrícula (37.5°C,) un poco de tos, dolor de garganta, congestión o flujo nasal y se acabó.
Si es la influenza agresiva, la incubación es de 1 a 7 días en las cepas A, B, H1N1 o H3N2; aquí hay situaciones más agresivas como dolor de cabeza, del cuerpo, de los músculos, fiebre de hasta 39 a 41°C, vómito, puede haber diarrea, dolor abdominal, mucha tos con muchas flemas, ojos rojos y llorosos, los síntomas son muchísimo más marcados y el promedio de duración es de 2 a 3 días.
SÍNTOMAS DE LA CEPA ÓMICRON
La primera diferencia con el coronavirus en la nueva cepa Ómicron es que este se incuba de 7 a 10 días y después de ese tiempo se empiezan a presentar los síntomas, o sea que es más larga la incubación. Otra es que los síntomas no son tan “floridos” como los de la influenza, se presenta flujo o congestión nasal, dolor de garganta, odinofagia (dificultad para pasar los alimentos).
También puede haber un poco de tos seca, dolor del cuerpo y de las articulaciones, la fiebre no es tan alta como la de la influenza, en este caso es de 38 o 38.5° máximo, pero esto es cuando no hay proceso de neumonía por coronavirus, en ese caso ya los síntomas son mucho más agresivos.
RECOMENDACIÓN
La nueva cepa Ómicron ha provocado ya muchas muertes en el mundo, según advierte la OMS y asegura que es un error clasificarla como leve. Ante esta enfermedad, así como ante la influenza, lo importante es estar atentos y protegernos con las vacunas.
La principal recomendación que nos hace López Villalobos es no automedicarnos, porque estas enfermedades sí requieren medicamentos para las molestias, se puede usar ibuprofeno, paracetamol y otras.
Pero sí yo nos automedicamos y estamos empezando con un coronavirus, entonces no sabemos lo que estamos desarrollando, podemos contaminar a más gente o se puede volver un cuadro agresivo para nuestro cuerpo y lo ocultamos al principio con los analgésicos, por eso lo ideal es que, ante cualquier síntoma y cualquier duda, hay que acudir con el médico.
Aunque tengamos una “gripita”, lo mejor es ir al doctor, porque no sabemos si es “gripita”, “gripota”; puede ser los inicios de una cosa leve, de un resfriado común y corriente, o puede ser el principio de Covid o de una influenza grave, concluye.