Los altares con la ofrenda de muertos son una costumbre mexicana que encanta a todos. No faltan en nuestros hogares. Aunque algunos sean sencillos son muy significativos y ayudan a sentir una conexión con el difunto.
Estos altares se levantan en honor a los muertos de la familia y en ellos se ofrendan alimentos, velas, flores y objetos de uso cotidiano del difunto.
Cabe destacar que la calabaza en piloncillo es uno de los postres mexicanos más conocidos y elaborados para estas fechas de Día de Muertos. Es toda una tradición elaborarla para ofrendarla en el altar de la familia.
El dulce de calabaza, como comúnmente se le conoce, tiene una preparación muy fácil, rápida y deliciosa con la que sorprenderás tanto a niños como a adultos y podrás compartirla con tus difuntos.
INGREDIENTES
- 2 kilos de calabaza de Castilla
- 4 piloncillos
- Raja de canela grande
- Agua
PREPARACIÓN
Corta en trozos la calabaza, con todo y la cáscara. Si lo deseas, quítale la fibra y las semillas para que su aspecto sea más uniforme, aunque esto no es necesario.
En el fondo de una olla, de preferencia que sea de barro, pon un plato boca abajo para evitar que la cáscara se pegue. Coloca los trozos de calabaza con la parte carnosa hacia arriba.
Entre los trozos de calabaza coloca los piloncillos, si los puedes partir por lo menos a la mitad, mejor. Agrega la raja de canela y vierte agua sobre todos los ingredientes hasta unos 5 centímetros por arriba de ellos.
Tapa la olla y deja hervir a fuego medio, siempre vigilando el cocimiento de la calabaza. Se recomienda ir moviendo los trozos de abajo hacia arriba y viceversa para que, además de que queden bien cocidos, todos se impregnen bien del piloncillo.
El tiempo de cocción aproximado es de hora y media, así que no desesperes y prepara la vasija donde la colocarás para tu ofrenda.