Los buñuelos son un postre de gran tradición en varios lugares del mundo y culturas como la nuestra en la que es típico comerlos en celebraciones y fiestas nacionales populares.
Están elaborados de masa de harina que se fríe en abundante aceite. La masa puede mezclarse con agua, leche, huevo o levadura. Pueden llevar un relleno, dulce o salado, y de acuerdo a la costumbre obtienen diferente forma.
Los buñuelos son una de las recetas más antiguas de la cocina mediterránea. Ya en el Siglo II a.C., Catón el Viejo, político y escritor romano, incluyó una receta de buñuelos con el nombre de “globos”, en su libro “De Agri Cultura”; los describe como un placer para el paladar en el que se mezclan harina y queso, se hacen bolas que se fríen y se untan de miel y semillas de amapola para servirlos.
Se dice que la primera sociedad, después de la romana, que consumió buñuelos fue la morisca. Era gente de medios humildes que habitaba los territorios del sur de la península ibérica y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría, desempeñando así el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos.
Tras la expulsión morisca, esta especialidad fue adoptada por los gitanos quienes la perpetuaron hasta la actualidad. De ahí que en España, los buñuelos sean un postre típico en muchas comunidades autónomas y cada una de ellas incorpore sus ingredientes y su propia tradición.
En Cataluña se consumen sobre todo durante la Cuaresma, se suelen comer como merienda o para acompañar el café después de comer. Entre los más famosos se encuentran los buñuelos de viento, su forma es hinchada, como de una esfera aplastada y su textura es compacta. Una de sus características diferenciales es el ligero gusto de matafaluga (anís verde) y que no tienen agujero.
La masa de los buñuelos de viento frita puede llegar a doblar su volumen, es por esta razón, que se les denomina con el apelativo “de viento”; es decir hinchados. Pueden ser rellenos dulces de crema, nata, chocolate, etc.
Para que no te quedes con el antojo aquí te decimos como hacer uno ricos Buñuelos de Cuaresma para compartir en estas fechas con amigos y familia ¡te encantarán!
INGREDIENTES:
50 gr. Harina.
35 gr. Mantequilla.
65 ml. Leche.
2 huevos.
2 cdas. anís seco.
Canela.
Pizca de sal.
Ralladura de limón.
ELABORACIÓN:
Calentar la mantequilla con la leche y una pizca de sal. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego, añadimos la harina previamente tamizada y removemos enérgicamente hasta que se separe de las paredes y se quede algo compacta.
Añadimos las dos cucharadas de anís seco, la ralladura de limón, la canela y mezclamos. A continuación, añadimos un huevo y removemos hasta que esté totalmente integrado. Batimos el siguiente huevo y lo añadimos poco a poco. La consistencia que debe quedar, es como la de la crema, aunque algo más líquida.
Calentar una sartén con bastante fondo, el aceite, a fuego lento para que no se queme porque los buñuelos se tienen que hacer por dentro sin quemarse por fuera.
Para hacer las bolas puede poner la masa en una manga pastelera o hacerlas con cuchara, deben queda redondas y pequeñas como del tamaño de una nuez porque se inflan al cocerse.
Los ponemos en la sartén y dejamos que se hagan. Cuando los tengamos listos, los sacamos y ponemos en papel para que absorba el aceite. Antes de que se enfríen, los rebozamos en azúcar o en una mezcla de azúcar y canela y ¡listo!