En un escrito que leí hace unos días, se mencionaba que uno delos métodos para saber si un diamante es real, es la prueba delaliento. Si es falso no sólo se empaña, sino que tarda endesaparecer el vaho; mientras que un diamante genuino no se empañacon facilidad.
Una cosa que necesitamos saber es que Dios pone a prueba nuestrafe con la aflicción. No lo hace porque no sepa cuál es nuestracondición; sino que lo hace para que nosotros mismos sepamos sinuestra fe es verdadera o no. Muchas veces creemos que tenemossuficiente fe, decimos “Si a mí me pasara esto, yo tengo laconfianza plena en Dios que Él me ayudará”, pero larealidad es que cuando estamos en una situación difícil es donderealmente podemos ver de qué estamos hechos, o más bien, que tanfuerte o real es nuestra fe.
Ponte a pensar ¿Tienes paz y gozo, gracias a Dios, inclusocuando atraviesas alguna dificultad? , evaluemos cuánto confiamosen Dios, aún en la tribulación. Si ante la primera agoníadices: “No creo en Dios”, “Nada, ni nadie mepuede ayudar” “No sirve de nada creer”, tienesgrandes posibilidades de que sea una fe falsa. ¿No estás segurode la suya? Puede que su fe se opaque un poco ante la congoja oante cualquier sufrimiento. Sin embargo, si su fe es auténtica,pronto lo empañado desaparecerá. Puede quejarse y frustrarse. Noobstante, si vuelve ante Dios y se postra ante Él, es una feverdadera. Lo que Dios hace es mostrarnos que tenemos una fegenuina, pero débil. Esta es la prueba de fe, que realmenteconfiamos en Él, no en nosotros mismos.
Hace unos días platicaba con un buen amigo, y comentábamos quelas experiencias no nos fortalecen la fe, lo único que puederealmente fortalecer nuestra fe, es que cada vez que pasamos unaprueba dependamos más de Dios que de nosotros. Deseo realmente quepodamos creer que Dios busca fortalecernos más, a través de laaflicción, purificarnos más, hacernos madurar más, para que labendición fluya en nosotros.
En estas épocas donde la mayoría de la gente nossensibilizamos, nos ponemos amorosos, damos muchos regalos,abrazos, palabras hermosas, también hay gente que está pasandopor situaciones muy difíciles, y pueden ser momentos donde Diosestá ocupando esa situación para fortalecer nuestra fe. Cabeaclarar que Dios no desea que sufras, pero muchas veces nuestrasacciones o simplemente situaciones provocan sufrimiento dentro denosotros, pero Dios ocupa esas situaciones para mostrarnos que conÉl podemos transitar cualquier camino u obstáculo que se nospresente.
Tarde o temprano nuestra fe será probada, y lo importante seráque nunca creamos que nuestra fe depende de nosotros, porque delúnico que depende es de Dios.
* Coach de Vida y Conferencista
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