En la Sierra Norte del estado de Puebla, en la localidad de Hueytamalco, se encuentra el Santuario de las Meliponas, una agrupación que tiene como objetivo principal el enseñar a las familias de la región nuevas técnicas para cultivar a las abejas Scaptotrigona mexicana y beecheii, de origen maya, de manera que puedan optimizar su producción y obtener un mejor precio por su miel y exportarla.
Pero también es fundamental que los habitantes de la zona ayuden a la conservación de estos pequeños insectos, que se encuentran en peligro de desaparecer debido a que cada vez hay menos árboles de los que ellas puedan alimentarse, explica en entrevista Carlos Arturo Mendoza Martínez, uno de los fundadores del Santuario.
Lo anterior sucede debido, principalmente, a que los campesinos del lugar, al buscar una manera de obtener ingresos, talan la vegetación originaria de sus tierras y las dedican al monocultivo de productos como café, hoja de plátano o cítricos y, sin ser esta su intención, contribuyen poco a poco con la extinción de estas abejitas.
De aquí la necesidad de que más gente conozca todas las bondades de las abejas meliponas mexicanas, y la intención de la mencionada organización es precisamente que la gente sepa que prácticamente podrían tener una farmacia en su patio.
Una caja es suficiente para poder tener esta medicina ancestral en casa e incluso todos los miembros de la familia podrían trabajar con ellas, observarlas, estar cerca, aprender a convivir con ellas.
EL SANTUARIO DE LAS MELIPONAS
El proyecto, en el que trabajan Carlos, su hermana Valeria, Ricardo González Becerril y Francisco López Vázquez, tiene varias vertientes según lo comentado por el entrevistado: social, porque puedes incluir a las señoras de la casa, que no van a trabajar o a miembros pequeños de la familia
Puede ser un apoyo económico, si se produce para la venta; es de impacto ambiental, porque el conocer a la abeja te hace automáticamente cuidar su alimento, su entorno y proteger el ecosistema. Tiene otra parte cultural, ya que son técnicas ancestrales que vienen desde los mayas, herencia de totonacas y nahuas que se han venido trabajando desde hace 500 años o más.
También tecnológica, porque a cada momento se implementan nuevas técnicas, se crean prototipos de dispositivos que te ayudan a alimentarlas, para protegerlas contra plagas e irlas fortaleciendo, para puedan continuar con nosotros.
Algo en lo que Mendoza hace mucho énfasis es que, si alguien se encuentra a estas abejitas de manera silvestre, mejor las deje en el árbol, porque en la Sierra pasa que algunas personas saben de las propiedades medicinales de la miel, no conocen las técnicas para tenerlas en casa, pero sí van a robarla y los otros productos de la colmena.
Llegan, abren el nido, les destruyen y prácticamente no saben que las están matando, pero las están condenando a morir en los próximos días y hace un llamado desde el santuario para que por favor no lo hagan. Otra práctica indebida es que corten el árbol, se lo llevan a casa y ahí lo tienen, pero entonces matan el árbol.
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Estas abejitas hacen su nido en un tronco hueco y solo en un orificio aparece la piquera, una como pequeña “rampa de aterrizaje” que construyen a partir de ceras, cortezas, cerumen, para ellas llegar con el polen, entrar y en el interior es donde aparece la estructura del nido.
Si as ven, es mejor ponerse en contacto con los especialistas, que pueden enseñarles la manera correcta de llevarlas a casa, tenerlas ahí y trabajarlas para que se reproduzcan y hagan más miel de buena calidad, que podrían incluso llegar a vender a extranjeros.
PROPIEDADES CURATIVAS DE LA MIEL DE MELIPONAS
Algo que vale mucho la pena mencionar es que la miel, el polen y el propóleo que se obtienen de estas abejas tiene muchísimas propiedades curativas, tanto que se le podría llamar el “elixir de la eterna juventud”, pues si te fijas en la piel de los meliponicultores, parecerían 10 años menores de la edad que tienen, comenta Carlos.
Estos productos te pueden ayudar contra la gastritis, con problemas respiratorios, problemas de la piel, es cicatrizante natural y por su acidez es un antibiótico y fungicida natural, ya que evita la proliferación de bacterias y hongos, además de que las destruye. Con el polen se elaboran también unas gotas oftálmicas que ayudan a prevenir cataratas o desprender carnosidades.
En cuanto a la cantidad de azúcar, es simbólicamente menor. Hay una diferencia importante, no es tan dulce como la de una Apis melífera, gracias a esto una persona diabética podría consumirla, si bien no en grandes cantidades, sí degustarla.
Los totonacas y nahuas la utilizaban ya hace 500 años de una manera medicinal y todas estas propiedades están sustentadas por investigación, no directamente del santuario, sino de varias universidades que ya han estado trabajando en este tema, entre ellas la UNAM, dice el entrevistado.
Aunque la miel de las abejas europeas, traídas a nuestro país por los españoles, también aporta beneficios a la salud, la de las abejas meliponas tiene más, debido a que ellas pecorean (o recolectan) polen y néctar solamente de las plantas nativas de su zona, muchas de las cuales son medicinales y con esto se traspasan sus propiedades a todo lo que ellas producen.
Otra cuestión es que evitan alimentarse de plantas con pesticidas, lo cual por un lado las protege, pero por otro las deja sin alimento, porque tienen entonces menos de donde elegir, debido a que los campesinos de la región los ocupan para tratar de controlar plagas en sus cultivos.
CARACTERÍSTICAS DE LA SCAPTOTRIGONA MEXICANA
La característica principal de las abejas meliponas es que, a diferencia de las europeas o Apis Melífera -que son las que todos conocemos- no tienen aguijón por lo que no te pueden picar y no constituyen un peligro para quienes por este motivo les temen a estos insectos.
En el santuario cuentan, además de las europeas, con abejas meliponas de la especie beecheii o real maya, originaria de Yucatán. Pero principalmente se dedican al cuidado y enseñanza de la meliponicultura de laa Scaptotrigonas mexicanas, nativas de la región donde ellos se ubican.
Estas últimas, que son a las principalmente dedicamos este espacio, a simple vista parecen como hormigas grandes con alas o mosquitas, pues son negras y muy pequeñitas, tienen cuatro pares de alas.
Taxonómicamente están diseñadas también para cargar polen en sus patas traseras y trasportar la miel en su interior y su tamaño es de 5.5 mm, contra los 12 mm de una Apis melífera; la beecheii sí es muy similar en tamaño y físicamente a la europea.
No tienen aguijón, pero su manera de defenderse es que se enredan en el cabello de los depredadores, en las cejas y otros vellos pequeños. También tienen en la parte de la mandíbula unas pinzas que usan para cortar cortezas de árboles, pero también para morder, por llamarlo así, cuando se ven amenazadas y riegan una feromona, que indica al resto de las abejas que ahí está el enemigo y llegan a ayudarle.
Claro que esto se puede evitar si nosotros conocemos como funciona la abeja: nuestros poros en la piel son muy pequeñitos y cuando cambiamos de actitud, por la temperatura o por alguna emoción -como el temor- tienden a cerrarse, expone.
Si la abeja está encima de ti puede sentirse atrapada en sus patitas o sus pelitos y es entonces cuando se defiende, pero cuando ya sabes trabajar con ellas entonces no vas con ese miedo, vas relajado, con esa pasión o intención de ayudarles, evidentemente sabiendo que ellas te ayudan también con todas las propiedades medicinales y así se da una simbiosis.
Si quieren saber más acerca de estas abejas meliponas mexicanas, adquirir los productos y recibir información de los cursos que ofrecen, pueden encontrarlos en todas las redes sociales, Facebook, Instagram, YouTube, TicToc y Google, como @santuariodelasmeliponas.