Navidad es una de las épocas favoritas de la gran cantidad de las personas, entre los regalos, comida y decoraciones, muchos disfrutan del color que se vive a finales del año. Para los hogares, significa que el árbol de navidad ocupará un espacio muy especial como el gran símbolo de los festejos.
Este adorno es uno de los más tradicionales y uno que puede simbolizar la unión familiar como la magia con la que queremos vivir la época. Con la gran cantidad de adornos como decoraciones que existen para la navidad, hay que comenzar con lo básico y saber que existen elementos esenciales que no deben faltar en cualquier árbol navideño.
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ADORNOS BÁSICOS DEL ARBOL NAVIDEÑO
Ya sea un árbol natural o artificial, los adornos que se elijan son los que lo harán brillar, por lo que se debe decidir si preferimos el color y una gran cantidad de elementos, o decidimos hacerlo más neutral con un solo tono o incluso con objetos que solo representen algo que nos guste mucho.
Todo comienza con las esferas, siendo por tradición el primer elemento que se coloca en el árbol. Se pueden encontrar en todos los tonos posibles, como representando series, caricaturas, películas o demás contenidos, así como de diferentes tamaños y formas para darle cierto distintivo.
Dentro de los colores, algunos de los más tradicionales son los metálicos con el rojo que, predomina en la época, como aquellas plateadas o doradas, algunas de las favoritas para adornar al lucir bien en cualquier espacio.
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Ya con las esferas colocadas en el árbol, se deben colocar las luces navideñas. Con el paso de los años, las luces se transformaron de una simple serie de luces a algunas más modernas con música incluida o con destellos que se combinan con los sonidos o aquellas que son multicolor.
Lo mejor es elegir una que sea fácil de colocar, ya que se suele sufrir mucho al desenredarla o si se coloca mal puede que no funcione bien. Si lo tuyo es la decoración, se puede elegir un color que combine con la casa o con las mismas esferas para hacer resaltar la decoración. De cualquier forma, siempre se puede confiar en la tradicional luz amarilla para iluminarlo.
El tercer elemento clave es la estrella para colocar en la punta del árbol. Conocida como la representación de la estrella de Belén que guío el camino de los Reyes Magos, suele ser colocada por la persona jefa o jefe de familia y su tradición sigue aumentando. Además, ya se puede encontrar de distintas formas, desde aquellas de papel o cristal como con luces o música para resaltar más.
Si cuentas con el espacio, tiene que ser colocado un pie de árbol, que resulta ser una decoración extra para todo el diseño navideño. Cada día hay una mayor cantidad de ellos, con la oportunidad de encontrar algunos con imágenes de la época o de contenidos de la cultura popular. Algunas personas suelen utilizar el espacio que brinda para decorar un poco más y colocar pequeñas aldeas navideñas o rodearlo con un tren para darle más color.
Respecto a otras decoraciones que no son tan tradicionales, pero que pueden formar parte del árbol, se encuentran las guirnaldas o el muérdago. Las guirnaldas son grandes tiras adornadas similares a las que tiene una corona, que pueden darle un poco más de color al árbol. Mientras que, el muérdago se puede encontrar en pequeñas coronas o ramos fáciles de colocar al ser un fruto distintivo del fin de año.
De igual forma, en el árbol se pueden colocar adornos especiales como moños, piezas de madera, esferas con objetos adentro, calcetines, campanas, bastones, pinos, lazos y demás figuras que son comercializadas alrededor de la época. Estas sirven para hacer más ostentoso el árbol como para aquellos que gustan colocarle la mayor cantidad de piezas posibles.
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SU ORIGEN Y LO QUE SIMBOLIZAN SUS ADORNOS
Como todo lo que está alrededor de la navidad, su origen se encuentra en celebraciones paganas que fueron adaptadas con la llegada del cristianismo. En el caso de la navidad, comenzó con la celebración del solsticio de invierno de los germanos, quienes creían que la Tierra y los astros pendían de un árbol conocido como el Árbol del Universo con una representación del infiero en su base y el cielo en su copa.
Por ello, festejaban el solsticio adornando un árbol, principalmente con antorchas, y realizaban diversas danzas alrededor de él. Cerca de los años 740, San Bonifacio, el evangelizador de gran parte de Alemania e Inglaterra, eligió un pino al ver como tomaban los árboles para sus festejos. El pino se cree que es un símbolo de la vida eterna.
Explicó que el árbol significaba el amor eterno en Dios y con su forma de triángulo simbolizaba a la Santísima Trinidad. Decidió sustituir las antorchas por velas, que ahora simbolizaban la luz del mundo y de la gracia divina, además de utilizar manzanas para decorarlo, las cuales simbolizaban las tentaciones.
Para la Edad Media el uso del árbol navideño ya se había expandido por toda Europa, siendo otro elemento que llegó al continente americano a causa de la Conquista. En Alemania también se tiene registro del primer árbol navideño como se conoce en la actualidad, realizado cerca de 1605 con luces y esferas.
Con el paso del tiempo otros elementos llegaron y obtuvieron su propia simbología. En el caso de las luces, tienen la función de iluminar el camino de la fe. Pasando a las cintas o moños que se llegan a colocar, representan la unión familiar como la presencia de los seres queridos. Y la estrella, es la fe que guía nuestra vida.
