Por: Mara Rodríguez Masdefiol
En incontables ocasiones de mi vida he sido “víctima” delas dudas, los prejuicios y los miedos de otras personas, que melos quieren echar encima, o más bien uno decide echárselosencima. Cada vez que tomo decisiones importantes, me encuentro conese tipo de reacciones:”¡te vas a quedar sin trabajo!”,“¿no cometes un error?”, “¡te puedes arrepentir!”,“¡ahora no es buen momento para eso!”, “¡es muyriesgoso¡”, “¡piénsalo dos veces!”, “¡te van arobar!”, “¡son tiempos duros, no te va a ir bien!”.
Esto a todos nos sucede. Si vamos a comprar un coche, escuchamosen el proceso mil opiniones respecto a marcas, color, precio, etc.Si vamos a comprar una casa, hacer un viaje, casarnos, divertirnos,tener otro bebé, cambiar de trabajo, abrir un negocio, comprar unatelevisión o lo que sea, todos tienen algo que decir, bueno omalo, recomendable o no, conveniente o inconveniente.
Y está bien…todos tienen derecho de opinar.
Sin embargo, es muy importante que nos demos cuenta de que cadauna de las opiniones tiene una fuerte carga emocional yenergética, ya sea de miedo, de duda, de envidia, de gusto o deotra índole. También tiene una carga energética mental,compuesta de las imágenes que los comentarios de las otraspersonas conllevan y que, lo advirtamos o no, nos hacen crearnuestras imágenes sobre el asunto. Y al final ya no es nuestrapropia opinión, decisión, sentimiento o creencia, sino lacombinación de todas las demás personas.
La influencia que ejercen las cargas energéticas provenientesde otros es inmensa. Muchos no están conscientes de esto ysimplemente se sentirán confundidos, temerosos y con la mentenublada sobre el santo en cuestión. No es conveniente tomar unadecisión importante o emprender acciones bajo la influencia de esacontaminación mental y emocional. Nuestras decisiones y accionesdeben provenir de nuestra propia guía interior y de nuestraintuición combinada con el análisis de la realidad externa.
Te voy a proponer algunas alternativas para lidiar con esasituación, las cuales te ayudarán a “limpiar” la energía queviene de otros en forma de emociones o imágenes que contaminan lastuyas. Yo las practico todo el tiempo.
Se trata de los siguiente: cuando le estés platicando tusplanes o decisiones a alguna persona y ésta comience a lanzartesus advertencias, recomendaciones, miedos, etc., o mejor aún antesde que empiece a lanzártelas, imagina que pones una pared de luzentre tú y ella, de manera que cada comentario, que como yadijimos trae una fuerte carga energética, rebote de regreso haciala persona, puesto que la energía le pertenece, no es tuya, y laenergía reconoce su origen.
Otras veces hago lo siguiente, sobre todo cuando se trata deasuntos profesionales y formales, y estoy tratando con alguien aquien no le tengo la confianza que le tendría a un amigo: siestamos sentados ante una mesa, discretamente “pongo algo” enel centro de ésta, lo que tenga a la mano, un plato, unaservilleta, un vaso, y en mi mente lo designo como un recipiente detoda la energía (con su carga de miedos, dudas, envidia, etc.) queproviene de esa persona. Una vez que terminamos y estamos a puntode despedirnos, en un acto consciente e intencional, pero muydiscreto, “muevo” el recipiente y lo acerco a la persona, paradevolverle su energía, para que se la lleve, porque no esmía.
Cuando estoy con alguien a quien le tengo confianza, de plano ledigo: “estos son tus miedos y prejuicios, no los míos, así queno me los eches encima”.
La siguiente propuesta ha sido planteada por el doctor HaroldMoscovita en su libro “Manual para operar un cuerpo humano”. Yolo he practicado muchas veces en diversas situaciones de mi vida yme ha impresionado el poderoso efecto que tiene.
Se trata de lo siguiente: te sientas cómodamente, cierras losojos, te relajas por unos momentos y luego colocas frente a ti (ados metros de distancia) una imagen muy específica de eso quequieres crear en tu vida. Si quieres comprar un coche, pones laimagen del mismo; si quieres establecer tu negocio, esa imagenpondrás, o cualquier otra situación u objeto que deseesconseguir. La imagen debe ser muy específica: colores, formas,textura, etc. Asegúrate de que sea tal como la deseas.
Enseguida te imaginas que pones un tubo en la base de la imagen,y lo entierras muy profundo en la tierra. Luego pintas de ciertocolor, digamos azul, la energía de otros que haya en esa imagenfrente a ti. Y la drenas toda por el tubo de contacto con latierra. Ves cómo toda esa energía azul, que es de otros, se vapor el tubo hasta el centro de la tierra.
Luego pinta de otro color, rojo, digamos, la energía tuya quehaya en la imagen (tus miedos, dudas, prejuicios, etc.) drenatambién esa energía roja por el tubo y mándala hasta el centrode la tierra. Ahora ve la imagen sólo con el contorno, como en loslibros de iluminar, y rellénala con una brillante y hermosa luzdorada que baja del cielo, cosmos, universo, o como le quierasllamar.
Enseguida mete tu imagen llena de esa luz dorada dentro de unglobo de color rosa, y déjala ir, suéltala, envíala al universopara que te la regrese manifestada en el mundo físico.
Te recomiendo mucho que experimentes estas propuestas. Tesorprenderá como cambian las cosas cuando tus actos y decisionesprovienen solo de ti. Compruébalo, disfrútalo y… ¡buenasuerte!
Tu mente es Dios en ti, y con ella creas todo lo que anhelas,recuerda que Dios nos creó a su imagen y semejanza, y como es DiosCreador de todo el Universo, así somos nosotros, creamos nuestropropio Universo. Así que en tus manos y solo en tus manos estáexperimentar lo que desees, y solo tú tienes ese poder de decidirqué es lo mejor para ti y lo que te hace feliz. Nadie más. Tomalas riendas de tu vida, y vívela como tú quieras, es tu vida.Obviamente sin dañar a nadie, y siempre usando tu sentidocomún.
* Tanatoterapeuta, trabajos con pérdidas, duelos,angeloterapia. Niños, adolescentes y adultos. Tel:2221-199224