Se dice que dar un regalo en el ámbito de los negocios resulta un verdadero arte. Lograr un equilibrio entre un regalo personal y uno demasiado impersonal no es tarea fácil. Estamos a punto de comenzar con la época navideña y una de las preguntas habituales es “¿qué regalar?”.
Sorprender con un buen regalo puede tener grandes beneficios. Estrechar una relación de negocios, agradecer el desempeño de todo un año y fortalecer la imagen de una empresa son las ventajas que un presente adecuado puede brindar.
Por el contrario, un obsequio que esté fuera de lugar puede tener graves consecuencias. Puede ser incómodo o nos pueden cerrar las puertas definitivamente.
Por tanto, es recomendable, antes que nada, hacernos las siguientes preguntas:
Destinatario
No es lo mismo dar un presente a un director o al dueño de empresa que a un empleado. Asimismo, hay que determinar si será para una sola persona o para el departamento de una compañía, así como verificar si el destinatario es una empresa nacional o extranjera.
De parte de quién regalamos
Regalamos a nombre de la empresa, de manera personal o en representación de nuestro departamento.
Cuál es la razón
Identificar el motivo del obsequio es necesario. Regalamos por ser época decembrina o por el aniversario de una empresa o por un logro en particular (una alianza estratégica, una nueva administración, un contrato jugoso).
Presupuesto
En esta época de crisis económica muchas empresas deciden no dar obsequios. Puntualizar la cantidad con la que contamos es imprescindible, puesto que es un punto de partida para definir la magnitud y cantidad de los presentes que podemos dar.
Partiendo de esto, podremos hacer una lista de opciones en cuanto a posibles obsequios. Cabe hacer mención de la diferencia entre un detalle y un regalo.
Sorprender para diferenciarnos
A compañías o gente de negocios que reciben grandes cantidades de regalos en la mayoría de los casos les resulta imposible identificar de qué persona o empresa vienen los mismos.Básicamente porque hoy en día casi todos mandan arcones o botellas de vino. Invertir en pensar de qué manera podemos sorprender a nuestro destinatario vale la pena. Decidir dar un regalo ya significa designar una cantidad de dinero, por ello, lo mínimo que podemos hacer es tomar el tiempo para lograr “diferenciarnos” del resto.
Tal vez podemos irnos a la segura y obsequiar un “arcón” u otro regalo tradicional y práctico. Sin embargo, la forma en cómo lo damos o hasta la envoltura podrían hacer la diferencia para que nos recuerden e identifiquen.
Personalizar
Con la intención de que nuestro regalo sea bien recibido, es conveniente personalizarlo. Para ello se recomienda anexar una nota escritaa mano felicitando a la empresa o persona. Si incorporamos una tarjeta de presentación subrayemos nuestro nombre y apellido y agreguemos una frase y nuestra firma. De lo contrario, el obsequio se interpretará como demasiado impersonal y se pensará que se dio “únicamente para cumplir”.
Agradecer
Tener la atención de agradecer lo más pronto posible la atención que se tomó la persona que nos obsequió es fundamental y parte de nuestra imagen. Nunca ha sido ni será una obligación dar regalos. Como se mencionó, cada vez disminuye más esta costumbre. Por ello, tomémonos unos minutos para, personalmente, llamar por teléfono y dar las gracias.
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