Este mes de octubre entró en vigor el “nuevo sistema de etiquetado frontal” en México, cuyo objetivo es brindar al consumidor información sobre el contenido de nutrimentos e ingredientes en alimentos y bebidas no alcohólicas que representan un riesgo y así prevenir el consumo de estos productos que podrían dañar la salud.
Carolina Largaespada López, máster en Nutrición por la Universidad Abierta de Cataluña reconocida por la Utel en México, asegura que este etiquetado ayudará a tomar mejores y más conscientes decisiones de compra, ya que nos permite, de una forma muy gráfica y fácil, advertir el exceso de ingredientes críticos en la dieta. Este etiquetado debe ser entendible por todos, incluso por los niños, de esta manera cuando vean un producto con uno o varios sellos lo pensarán dos veces antes de decidir si lo consumen o no.
“Si esta herramienta funciona como lo ha hecho en otros países, seguramente muy pronto disminuirán las estadísticas de obesidad, diabetes y mortalidad por causas relacionadas. Asimismo, los hábitos de consumo se verán modificados, sobre todo en los más pequeños, para repercutir así en una mejor calidad de vida para ellos y sus familias. Este puede ser un acercamiento muy básico para empezar a tener una educación nutricional, que es nula en nuestro país”, advierte.
¿EN QUÉ CONSISTE?
La especialista refiere que el nuevo etiquetado consiste en la utilización de cinco sellos octagonales negros, utilizados como advertencia de ingredientes críticos de los alimentos procesados y ultraprocesados, así como la modificación de las formulaciones de estos.
“Existen otras dos etiquetas de índole precautorio, sobre todo en relación con los pequeños, que deberán advertir los productos que contienen edulcorantes y cafeína, para evitar que niñas y niños los consuman”, detalla.
La nueva regulación expone que los productos preenvasados que tengan uno o más sellos de advertencia, o la leyenda de edulcorantes, no podrán incluir en su empaque personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas o mascotas que inciten, promuevan o fomenten el consumo en menores de edad.
El objetivo de este nuevo etiquetado es permitir que la población esté informada con relación a los ingredientes y componentes que un alimento o bebida contienen y si representan un riesgo para su salud.
Largaespada asegura que con esta herramienta se busca que la población cambie poco a poco sus hábitos alimenticios por unos más saludables, en los que se reemplacen los alimentos procesados o ultraprocesados por otros elaborados en casa de forma natural. Mientras más alimentos sin sellos se consuman, será mejor para la salud.
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¿QUÉ ADVIERTEN LOS SELLOS?
La especialista detalla lo que advierte cada sello de acuerdo con porciones basadas en 100 gramos, en el caso de alimentos y 100 mililitros, en el caso de bebidas.
EXCESO DE CALORÍAS. Señala que el producto tiene más calorías de las recomendadas a consumir por la Organización Mundial de la Salud, que es de 1,600 - 2,000 kilocalorías al día para mujeres y de 2,000 - 2,500 kilocalorías para hombres.
El exceso de calorías puede llevarnos a sufrir padecimientos como: sobrepeso y obesidad, problemas cardiovasculares, colesterol alto, diabetes tipo 2, hipertensión y apnea del sueño.
EXCESO DE AZÚCARES. Indica que el alimento tiene una cantidad mayor a la recomendada por la OMS, la cual es de 5% de la ingesta calórica total, en un adulto es de 25 gr de azúcares libres.
El exceso de azúcares puede causar: obesidad, diabetes, enfermedades crónicas del corazón, incrementa el riesgo de padecer cáncer y caries dentales.
EXCESO DE SODIO. Significa que los alimentos procesados contienen en sus ingredientes una cantidad elevada de “sal”. La recomendación de las autoridades de salud es ingerir menos de 2.3 gr al día.
El exceso de sodio puede provocar: hipertensión, retención de líquidos, dificultar la función renal, accidentes cardiovasculares, enfermedades cardiovasculares, disminuir la cantidad de calcio en el organismo.
EXCESO DE GRASAS SATURADAS. Esta etiqueta indica que los ácidos grasos saturados se encuentran arriba del 10% de la ingesta total de calorías diarias de grasas saturadas, sugerida por la OMS. En una dieta de 2,000 kilocalorías no más de 23 gr de grasa saturada.
El exceso de grasas saturadas nos puede llevar a padecer: colesterol malo elevado, incrementar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, aumentar de peso.
EXCESO DE GRASAS TRANS. Estas grasas no aportan ningún beneficio a la salud, por el contrario, aumentan el riesgo de padecer distintas enfermedades. Estas no forman parte de una dieta saludable y las deberíamos evitar. La OMS sugiere ingerir menos del 1% de este tipo de grasas de las calorías totales de nuestra ingesta diaria.
Las grasas trans elevan el riesgo de padecer: colesterol malo alto y reducir el bueno, acumulación de colesterol en las arterias, incremento de enfermedad cardíaca o accidente cardiovascular, riesgo de padecer diabetes y aumento de peso.