Luego de estar 70 años al frente de la corona británica, la reina Isabel ll falleció en su residencia de Balmoral a la edad de 96 años. La noticia de su deceso fue compartida durante el mediodía del jueves 8 de septiembre, sin embargo, los miembros de la realeza todavía deben seguir un protocolo oficial para despedir a la mandataria.
Dentro de este procedimiento, se ejecutarán una serie de acciones que también incluyen el ascenso al poder del siguiente en la línea de sucesión, en este caso se trata de Carlos lll de Gales, el hijo de la monarca que será proclamado inmediatamente rey, por lo que su descendencia tendrá nuevos nombramientos, mientras que su esposa recibirá el título de reina consorte.
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Es así, como él también se convertirá en jefe de la Mancomunidad de Naciones, que consta una unión formada por más de 50 países, algunos de ellos son Australia, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves o Santa Lucía.
La ceremonia de proclamación del Rey
El protocolo comenzará 24 horas después de la muerte de la gobernante Isabel ll. En el Palacio de Saint James, ubicado en Londres, se orquestará una ceremonia a la que asistirán los miembros del Consejo de Ascenso, que a su vez está formado por el Consejo Privado, que lo integran altos funcionarios, comisionados, y políticos reales.
La parlamentaria Penny Mordaunt, líder de este organismo, leerá en voz alta la proclamación de la partida de su majestad para anunciarla oficialmente. De acuerdo con las costumbres de la corona, el escrito suele estar constituido con oraciones y promesas que, tienen el objetivo de elogiar el trabajo de la soberana.
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En este sentido, se promete que apoyarán al siguiente en el poder, por lo que se proclama su llegada al trono por primera vez. Al finalizar con la lectura, el documento tiene que ser avalado con una firma por los representantes de las instituciones antes mencionadas.
Según sus leyes, pueden asistir hasta 700 personas, aunque, todo parece apuntar a que la cifra real será mucho menor, ya que en el último protocolo realizado en 1952 la cifra llegó a 200 testigos. Por lo regular, a este evento luctuoso no asiste el nuevo rey.
Se informó que la primera parte se llevará a cabo el día sábado 10 de septiembre: "Su Majestad, el rey, será proclamado en el Consejo de Ascensión a las 09.00 GMT mañana por la mañana en los (llamados) Apartamentos de Estado del palacio de Saint James, en Londres”, indicó en un comunicado emitido por la casa real británica.
El Rey acepta el mando
Según los lineamientos, al día siguiente iniciará la segunda parte del proceso posterior a la proclamación de la muerte de la reina; para ello, el Consejo de Ascenso se reúne otra vez, esta ocasión el Rey llegará acompañado del Consejo Privado.
Carlos lll tendrá que hacer una declaración pronunciada como el nuevo dirigente británico, esta ocasión, él deberá pronunciará un juramento para conservar la Iglesia de Escocia. En el balcón Friary Court del palacio de St James, al son de una fanfarria de trompetas, el Rey de Armas Principal de la Jarretera realizará la proclamación.
El funcionario dirá la frase: “Dios salve al rey”, luego sonará el himno nacional, se detonarán salvas en Hyde Park, desde la Torre de Londres y desde buques navales y así se hará oficial el inicio de su gestión, que también se leerá en el resto de naciones del Reino Unido.
Por otro lado, la coronación es una ceremonia más, en la que el arzobispo de Canterbury le pondrá al mandatario la corona de San Eduardo, que es una pieza sólida de oro considerada una reliquia, pues data del año 1661. Solo se usa para el protocolo. No una fecha exacta, y lo más probable es que lo hagan meses después.