Durante el periodo de tu pubertad a tu adolescencia, como hombre adulto, has olvidado el punto de origen de tu placer masculino o, peor aún, ni siquiera eres consciente de que hay un punto de origen. Este generalmente se ubica en la adolescencia, que es la etapa en la que ya se puede marcar un deseo erótico, sensual y hasta vulgar respecto al despertar sexual hormonal y de fantasía de atracción hacia el otro sexo o, en su defecto, hacia el mismo sexo.
En términos generales, se podría decir que se encuentra activo ya el deseo de la copulación. Para que puedas ubicar tu punto de origen de placer masculino te pegunto: ¿recuerdas cuando querías que te creciera el bigote y la barba y que te cambiara la voz porque ya querías tener voz de hombre? ¿Recuerdas tus primeras pláticas con tonos de erotismo? Que por cierto, eran un poco vulgares y corrientes (más o menos alrededor de los 11 o 12 años cuando ibas por sexto de primaria).
De igual modo tu primer faje, lo cual te hacía sentir más hombre de lo común, todo ello acompañado claro del primer beso, la primera copa y el primer cigarro, ¿lo recuerdas todo? Qué grato, eras libre de actuar, eras espontáneo, estabas lleno de expectativas. Si esto te ha causado una que otra risa es por la naturalidad con la que te iniciabas en la exploración de tu sexualidad; quizás llegaste a participar en los famosos concursos entre amigos de “a ver quién termina primero ahggg, ja, ja, ja, ja”.
¡Cuántos recuerdos tan gratos! ¡Cuántos momentos vividos en todos los sentidos de la vida! En cuanto al sexo y tu sexualidad eras tú mismo.
Ahora, puedes concientizar lo siguiente:
1. Analiza que tu sexualidad es individual.
2. Tu placer es propio y, a menos que estés pleno, no lo podrás compartir realmente.
3. Retoma momentos gratos de tu niñez, adolescencia y juventud y vuelve a sentir en tu presente.
4. Un error que comenten los hombres es dejar su sexualidad en un segundo o tercer plano, sin darse cuenta de que en la edad madura al querer retomar muchas cosas, se han llenado de miedo debido a la gran distancia que pusieron ante sí mismos.
5. La sexualidad no es una batalla de conquista o virilidad, es una forma de realizarse plenamente en la vida.
6. Ubica tu momento de vida sexual presente, es decir, si tu sexualidad presente es de conocimiento, si es de exploración, si es de destrampe, o de compromiso, realización, plenitud, éxtasis. Ello te ayudará a buscar la pareja adecuada para ti.
7. Identifica tu naturaleza sexual y vívete con base en ella.
8. Integra tu pene a ti, no es un ente separado, no es Pancho y yo, ni Pedro ni Jorge ni Este muchacho. Eso sólo aumenta la división interna que existe en ti y que, por supuesto, es imaginaria provocada por el gran condicionamiento en el que vives.
9. No busques ni pretendas demostrar lo que no eres sexualmente ya que siempre perderás y caminarás para atrás.
10. Infórmate, explórate y conócete realmente en el terreno sexual para que ésta sea realmente plena.
No te niegues El punto de Origen, es aquel en el que te iniciaste sexualmente, son todos aquellos momentos en los que empezaste a descubrirte en un nuevo plano de vida, que te provocaron sensaciones sumamente agradables y que querías repetir siempre. El punto de Origen, tu punto de Origen es el que te da TU SEXUALIDAD INDIVIDUAL aquella que no puedes cambiar por la de alguien más, aquella que si te atreves a seguir te brindará lo que solo puede brindarte a ti, esos placeres, esas sensaciones, tu sensualidad, tu erotismo y el regreso a tu realización personal, éxtasis y plenitud.
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