Una jugosa carne roja con una salsa verde, cilantro y piña son los elementos del taco al pastor de miles que se regalaron en la feria 2019 en honor a San Nicolás Tolentino.
El encuentro, armonizado con música de banda y bailes folclóricos, se realizó como cada año en el municipio de San Nicolás Buenos Aires, ubicado a casi dos horas de la capital poblana.
De este lugar han emergido generaciones de cocineros que ofertan este antojito en diversos puntos de México y hasta fuera del país como Europa, Panamá y otras ciudades de los Estados Unidos.
Alrededor de 80 dueños de pequeños y grandes negocios aportan más de ocho toneladas de carne y cientos de kilos de tortillas, para visitantes no sólo de la región sino hasta de otros estados como Veracruz y Tlaxcala.
Laura Fabián, una de las pocas mujeres taqueras, heredó el oficio de su padre, quien fue fundador del negocio familiar en el que también están sus dos hijos. Su negocio "El Tizón" se ubica en Teziutlán y es de los pocos que aún utilizan carbón para cocinar.
"A mí me enseñó mi papá, él es uno de los primeros taqueros en San Nicolás... (que una mujer sea taquera) no tiene nada de malo y si quieren aprender, pueden aprender", comentó.
Con más de 40 años trabajando, Inocencio Mora, relató que preparó tacos al pastor para comensales de Vallarta, la Ciudad de México y la capital, y ahora, ocasionalmente en el negocio de "Los Compadres" de Tlaxcala. "A San Nicolás le pido fuerzas y salud para trabajar", agregó, el hombre de 72 años.
Otro caso de éxito es José Luis Matías Cabrera, quién en 1889 abandonó el municipio y se integró a la cocina, al inicio, sólo para calentar tortillas. Ahora tiene su negocio La Poblanita en la capital. Él en particular pide a Dios por la seguridad y no olvida que el año pasado, un grupo de delincuentes entró a robar en su local.
De acuerdo con Jesús Juárez, seminarista del templo de San Nicolás Tolentino, además de los tacos, los vecinos llevan a bendecir pan desde el primero hasta el 9 de septiembre, el cual se reparte este 10 a toda a la comunidad.
¡A COMER!
Rebeca inició la comilona con 10 tacos de diversos puestos porque "cada uno tiene su propio sabor". Su primera visita con su pequeño hijo a este municipio se hizo por la invitación de sus suegros.
"Somos recién casados y de luna de miel, pues tacos", agrega entusiasta en compañía de su amiga Estefany, quien estuvo complacida por el trato que le dio la gente.
Ahí en medio las centenas de personas, estuvieron Margarita y Reina, que viajaron casi 40 minutos de la comunidad de Llano Grande, Tlachichuca, para llevar a los niños a comer tacos: "que Dios bendiga a la gente que regala tacos porque gracias a ellos vamos a comer".
Los poblanos también pidieron tacos para llevar y cargaron múltiples recipientes para llevarse hasta su casa. Otros más, se quedaron al baile, organizado también por los taqueros.