Al hablar de este tipo de elixir pensamos ipso facto en mezcal y tequila; cómo no hacerlo si son dos tragos tradicionales de tierras aztecas que han puesto en alto nuestro país.
Pero existen muchas bebidas alcohólicas de origen prehispánico que siguen vigentes y poco se conocen, aquí te platicamos de cinco de ellas para que te aventures a probarlas.
BACANORA
Esta bebida sonorense se llama así porque proviene de Bacanora, unos de los 72 municipios de Sonora ubicado en el centro del estado. Se obtiene a través de la destilación de un tipo de agave, conocido como yaqui o yaquiana.
A diferencia del tequila, es más dulce y contiene mayor cantidad de alcohol.
SOTOL
Los desiertos de Chihuahua, Coahuila y Durango son los que ven nacer esta bebida proveniente de una cactácea conocida como sereque. No es un agave, pero se jima igual y se somete al mismo proceso de destilación que los mezcales y tequilas.
Cuenta la leyenda que los primeros habitantes del desierto, indígenas del norte, descubrieron que las carnes de las piñas de soto (Dasylirion wheeleri), una vez cocidas en hornos subterráneos, se convertían en algo dulce y nutritivo; por lo que las usaban casi exclusivamente como alimento en la época prehispánica.
ACACHUL
Se crea a partir de la extracción de la frutilla silvestre, su jugo es macerado en aguardiente de caña, y se mezcla con otras frutas como zarzamora, limón, naranja, guayaba y manzana.
La venta de este producto es local y regional y es muy tradicional en las fiestas de la Huasteca. Gracias a su apariencia se puede llegar a confundir con vino tinto. Los estados de producción son Hidalgo y Puebla.
POX
Es un aguardiente muy importante en la cultura maya, elaborado a base de maíz. Desde tiempos memorables ha sido utilizado de manera ceremonial, ya que representa fraternidad entre la comunidad.
Las nuevas generaciones están rescatando esta tradición y en los últimos años lo han colocado en los paladares de los jóvenes.
TECUÍ
Es originaria del Valle de Toluca (Calimaya), en el Estado de México. Su nombre proviene del náhuatl, y significa “el que mueve o alegra al corazón”.
Se elabora a base de alcohol de caña, jugo de naranja lima o mandarina. Esta bebida es muy parecida al ponche pues suele incluir frutas como pasas, tejocote, canela, guayabas, caña, entre otras.
Es muy de otoño e invierno, suele preparase en Día de Muertos y para festejar las posadas.
- Ahora que ya conoces más sobre los destilados mexicanos, te invitamos a probarlos con medida