Generaciones pasan y cada niñez se desarrolla de manera diferente según las condiciones que presenta su entorno, incluso existe un cuestionamiento constante en cuanto a qué tan complicado puede ser niño o niña si sólo se requiere cumplir con acciones como estudiar y obedecer a los mayores sumando ventajas como el acceso a nuevas tecnologías y dispositivos.
Primero hay que de puntualizar que el termino niño en el ámbito legal es el periodo que abarca desde el nacimiento hasta cumplir una cierta edad o alcanzar la emancipación, en lo que respecta a la perspectiva psicoafectiva un niño o niña es aquella persona que aún no ha alcanzado un grado de madurez suficiente para tener autonomía.
En términos físicos es la denominación utilizada para referirse a toda criatura humana que no ha alcanzado la pubertad, mientras que en el rubro sociocultural, puede variar dependiendo de las condiciones económicas, costumbres y creencias.
Y es que esta etapa es decisiva para el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas de una persona, muestra de ello es que en la sociedad medieval, a la edad de siete años, los niños eran tratados como “miniadultos”, mientras que en el siglo dieciocho, el impacto de la industrialización intensificó la explotación de muchos niños.
En este sentido fue hasta el siglo XIX que se comenzó a ver a los menores como seres que los estados debían proveer de derechos especiales para garantizar su integridad, por lo que se dieron a la tarea de crear diversas normativas en torno al tema, para brindarles certeza jurídica a los menores.
¿LA TECNOLOGÍA HA FACILITADO LA VIDA DE NIÑOS O NIÑAS?
Una de las ideas que se tiene es que la tecnología ha llegado a facilitar la vida de las sociedades incluidas de los menores, pues mientras ellos nacen inmersos en las diferentes tecnologías, los padres son quienes tratan de adaptarse a este mundo.
Por desgracia, pese a que los especialistas recomiendan que de los 0 a los 6 años se restringa el uso de las tecnologías por parte de los menores, cada vez es más común observar a los pequeños con dispositivos entre sus manos para usos distintos a los recomendados por los expertos y alejándolos de un entorno en el que puedan desarrollarse realizando actividades físicas.
Incluso algunos expertos afirman que con estas prácticas, la mente de los niños se está haciendo dependiente a la tecnología y por consiguiente hace que los pequeños se alejen de los juegos reales, lo que puede convertirse en una adicción.
Pero esta situación sólo cambió de “niñera” con el paso de los años, pues mientras en el siglo XX la televisión fue la encargada de criar a los hijos, en el siglo XXI esta práctica es mediante los smartphones y las tabletas.
LA PANDEMIA, OTRO RETO PARA LOS NIÑOS DEL SIGLO XXI
Otro de los fenómenos que otras generaciones no vivieron fue una pandemia que obligó al mundo a encerrarse en sus hogares y por consiguiente trasladar todas las actividades a los dispositivos digitales, mismo que ha tenido efectos en la salud emocional de niños y niñas, los cuales se expresan mediante depresión, frustración e irritabilidad.
Y no es para menos, pues muchos perdieron a diversos familiares de manera repentina y sin una explicación alguna, sólo los dejaron de ver de un momento a otro, sumado a que algunos presentaron complicaciones pedagógicas a la hora de tomar clases en línea.
Finalmente, a estos factores se sumó el hecho de que en algunos hogares se vive violencia ejercida por sus padres, cuyos episodios incrementaron con el encierro de la pandemia, y tú, ¿piensas que es más fácil ser niño o niña en la actualidad?