Para poder procesar el año que se fue debemos comprender, antes que nada, que el 2020 nos sumergió en los miedos más profundos del inconsciente, tanto individual como colectivo; destapó el terror, el miedo a la enfermedad, a la pérdida de parientes, de economía, de trabajo, de lugar de residencia, del contagio y esto bloqueó mucho de lo que vivíamos de forma rutinaria, explica Jaquelin Machado, especialista en psicología y desarrollo de consciencia.
Añade que nos dio un cambio abrupto, nos quitaron el tapete en el que veníamos aparentemente sin cambios en una rutina ya establecida, pretendíamos que todo iba a seguir así durante años, vidas, generaciones y de repente todo se volteó de cabeza.
En este sentido, el 2020 es un año iniciático, ya que, a través del sufrimiento, del dolor, nos empujó a cambiar y nos obligó a contactar con nuestros miedos más profundos. Nos sumergió en un estado de aguda alerta, paranoia y una ruptura abrupta en todas las áreas de nuestra vida: de pareja, familiar, social, laboral y nos vimos en la necesidad de reubicarnos aceleradamente, afirma.
Es muy importante valorar lo que sientes, es decir, reconocer que no tienes control sobre lo que está pasando y que eso te asusta; asó podrás darte el tiempo, la comprensión y la compasión necesarios para procesar, en el día a día, lo que estás viviendo, tanto en lo individual como en lo colectivo, asegura y nos da cinco consejos para superarlo y prepararnos para lo que sigue:
Uno. Comprender que, a través del sufrimiento, la vida te empujó a contactar con los aspectos más sombríos de la vida, lo cual te condujo a una crisis; pero recuerda que hay paz en el dolor y dolor en la paz y muchas veces nada es lo que parece en la superficie.
Dos. trata de mantener tu foco de atención dentro de ti para que, aunque te suene raro, entiendas que lo más importante que tienes de la vida es el instante presente y da las gracias por cada lección que la vida te presenta.
Tres. Lo nuevo que se construye desde lo viejo. Retoma todo lo bueno que tienes para poder tomar nuevamente el impulso que necesitas para seguir.
Cuatro. Observa la naturaleza cada vez que puedas y date cuenta cómo los animales, los árboles, el sol, el viento y los elementos, siguen un ritmo. Conecta tu corazón al ambiente con breves caminatas, si es posible. Agradece la oportunidad de vida y pide a lo divino que hay en ti que te dé señales a través de estas pruebas tan duras.
Cinco. Este año te empujará a realizar la maestría en tu propia audacia y transformación, a través de la aceptación y el cambio, de una forma mucho más intensa; así es que, para brincar a lo nuevo es importante que sueltes lo viejo, que dejes ir las estructuras rígidas que hay en tu interior.