Es muy importante entender que toda relación de pareja se compone por dos personas con diferente forma de ser y de pensar. Para construir una relación amorosa y saludable, habrá situaciones que causen tensión, que deberán de afrontar para crecer.
De acuerdo con Jaqueline Machado Garduño, especialista en sexualidad y desarrollo de consciencia, a medida que la humanidad evolucionó, las relaciones de pareja se transformaron. Tiempo atrás estas se mantenían unidas por el bien de la familia a pesar de todo. Hoy la estructura familiar se modificó con el papel de las mujeres en el campo profesional y laboral.
“La vida moderna empujó a una transformación radical de las parejas. Esto provocó que en la actualidad un alto porcentaje de ellas se encuentren en crisis”, asegura, y agrega que para mantener y crecer en tu relación, lo que debes hacer es lo siguiente:
IDENTIFIQUEN EL MOMENTO QUE VIVE LA RELACIÓN
Lo primero es identificar en qué momento de tu vida se encuentran tú y tu pareja, es decir, cuánto tiempo tienen juntos, si tienen hijos y cuál es la situación presente que están viviendo (originada por el pasado). Al identificar claramente qué es lo que están viviendo y sintiendo, tendrán la respuesta de qué fue lo que los llevó al punto en el que se encuentran: tedio, infidelidad, reproches, celos, exceso de trabajo, etcétera. Entonces tendrían que preguntarse si desean continuar y, si ambos están dispuestos, se podrá solucionar.
RECONQUÍSTENSE
Puede ser que tu relación de pareja haya caído en la rutina y se volvió insabora. Replantéate en qué punto perdieron sus sueños y dejaron de tenerse detalles. ¿Qué fue lo que te llevó a estar con esa persona y lo que te enamoró de ella? Recurre a esos recuerdos para reconquistarlo. A lo mejor te das cuenta de que tienes miedo de expresarte porque quizá hay una desvalorización de tu persona y has dado más de lo que has recibido. Es hora de que valores quién eres, compartas con tu pareja y aprendas a recibir.
NO PRETENDAN CONTROLARLO TODO
Muchas veces perseguimos, castigamos y condicionamos a nuestra pareja dependiendo de su comportamiento, ocupamos el rol de papá o de mamá según sea el caso. Si te compartas así, puede ser porque tienes miedo de perder el control. ¡Deja de hacerlo! Tienes que transformarte en la persona adulta que se relaciona con otro adulto (mujer u hombre), porque si tu relación se basa en mecanismos de control, tarde o temprano se deteriorará. Si necesitas ayuda, asiste a terapia para equilibrar tus emociones y, en consecuencia, la relación.
TRANSFÓRMENSE
Con el tiempo, tu relación de pareja debe transformarse y crecer. Nunca des por sentado que ya la conoces y que no esperas más, porque en ese momento empezará a morir tu relación. Descúbranse cada día con pequeños gestos y comuníquense, no solo hablen por hablar. Agradece las experiencias y la oportunidad de estar con tu pareja, porque si se te olvidan estos pequeños detalles, cuando te des cuenta todo será rutina y aburrimiento. Recuerda que por algo tú elegiste esa pareja y ella te eligió a ti.
RESPETEN SU PROPIO ESPACIO
Cuando él como hombre necesite meterse a su cueva del dragón, donde quiera estar solo con sus pensamientos y emociones, y solo te conteste con monosílabos, retírate un poco. Respeta su espacio, luego él se acercará a ti y te hablará como si nada. Y cuando tu mujer entre a las profundidades de sus emociones y necesite gritar y expresar apasionadamente lo que siente, escúchala y mantente realmente presente con ella; pero no le des soluciones, porque no es lo que quiere. Si lo logras, ella saldrá renovada y con mucho más amor por ti.
COMPLEMÉNTENSE
Hombres y mujeres somos diferentes desde la anatomía y, aunque te parezca obvio y ridículo, muchas veces se invierten los roles. Ubica en qué forma llevas tu relación de pareja y ten en cuenta que esas diferencias son lo que hace que se complementen. Así es que no las conviertas en una lucha de poder. En la relación de pareja puedes vivir batallas floridas en los desacuerdos, pero siempre hay un crecimiento. De lo contrario, si las conviertes en guerras sin trinchera, ambos salen heridos y nadie gana.