Las hierbas son un aliado para agregar sabor y color a nuestros platillos, pero al ser un alimento fresco tienen un período de vida corto, alrededor de 4 días. Por eso es importante almacenarlas adecuadamente para que, además de mantener sus propiedades, se conserven verdes y hermosas.
Para decidir cómo guardarlas, primero define para qué las vas a utilizar, si para agregarlas a un platillo y darle sabor o para decorar ensaladas y otros alimentos. Aprende a almacenarlas para que, aunque compres poquito, no terminen en la basura.
SUMERGIR EL TALLO EN AGUA
Así como florero, en un recipiente de cristal sumerge el tallo de las hierbas, pero deja las hojas al descubierto. Después refrigera. De esta manera tus hierbas se conservarán durante más días en buenas condiciones; pero los tallos y hojas que entran en contacto con el agua se vuelven viscosos y ya no se pueden usar. Dejar tu ramo descubierto provoca alrededor del 20% de merma, si utilizarás tus hierbas en cuatro días, prueba con este método.
SUMERGIR EL TALLO EN AGUA Y CUBRIR
Es el método más popular, sin embargo, al almacenar así las hierbas frescas solo se mantienen en buenas condiciones por dos días, máximo. Sumerge el tallo de las hierbas en un frasco limpio relleno de agua, después cubre todo con una bolsa de plástico y guárdalo en el refrigerador. La idea es que el tallo absorba el agua y así mantenga las hojas crujientes, hidratadas y frescas.
ENVOLVER EN SERVILLETA SECA DENTRO DE UNA BOLSA
Refrigerar. La bolsa debe ser hermética y la servilleta o toalla de papel debe estar seca para que absorba la humedad que, en exceso, provoca que se marchiten. Más o menos al tercer día la servilleta estará bastante húmeda, y aunque las hierbas aún se conservan verdes, los tallos ya no están crujientes y pierden estructura. En ese momento las hierbas están perfectas para utilizarlas en tus platillos pero no para decorar ensaladas ni guarniciones.
ENVOLVER EN SERVILLETA HÚMEDA DENTRO DE UNA BOLSA
Este método es el que conserva más tiempo la calidad de las hierbas frescas. El procedimiento es el mismo que el anterior, solo que las toallas se humedecen antes de envolver el ramo. Puede ser una toalla de papel o tela, pero debes asegurarte de que solo esté húmeda (que no escurra agua ni esté mojada para que no se forme moho en las hojas). Después debe guardarse en una bolsa de cierre hermético y refrigerarse. Tras casi una semana tus hierbas (cilantro, perejil, etcétera) seguirán frescas y un 20% se habrá marchitado.
GUARDARLAS EN LA BOLSA DEL SÚPER O MERCADO
Así tal cual, en su bolsita de plástico del súper, sin lavar, recortar o secar, las puedes dejar. Solo basta con enrollar un poco la bolsa y colocar la abertura hacia abajo para que no entre demasiado frío. Te sorprenderá cuan verdes, húmedas y crujientes se conservan las hierbas. Hay un poco de merma porque los ramitos que están cerca de la abertura de la bolsa se marchitan y la humedad que se guarda puede hacer viscosas algunas hojas, pero es poco desperdicio. Si tienes prisa, es el método indicado para ti.