Con la llegada del Año Nuevo las personas suelen tomar la oportunidad para plantearse nuevos objetivos, nuevas metas y hacer los tradicionales propósitos. Realizar ese cambio que siempre se quiso o conseguir ese nuevo empleo o visitar un lugar soñado es algo que muchos buscan conseguir.

La realidad es que muchos de estos propósitos terminan por quedarse en ideas y en simples pensamientos que nunca llegan a realizarse. A veces, nuestros deseos son tan grandes y tan alejados de nuestro alcance que terminan por convertirse en grandes desilusiones.

Pero, esto no significa que todos los propósitos estén condenados al fracaso, existen consejos y caminos que puedes seguir para lograr cumplir tus objetivos. El deseo de mejorar nuestra vida con la llegada de un nuevo año es algo que muchos se proponen, aunque muy pocos logran este éxito.

CONSEJOS PARA CUMPLIR CON TUS PROPÓSITOS

ELIGE METAS FACTIBLES Y SIGNIFICATIVAS

Uno de los grandes errores que cometen las personas al plantearse sus propósitos es el elegir metas que no se pueden cumplir. Muchas veces se elijen metas que son muy vagas, algunas que se basan por los objetivos de otra persona o al ver que alguien es feliz al cumplirlas, o incluso, no existe un plan realista para lograr lo que se piensa.

Si se desean cumplir, los objetivos deben ser específicos y realizables. En caso de que busques bajar de peso, ponerse una meta de cuantos kilos perder como en el tiempo en que se desea cumplir. Para aquellos que desean viajar elegir un lugar al que sea posible llegar y, si es un sitio internacional, tener toda la documentación necesaria para poder ingresar.

CREA UN PLAN

Como todos los éxitos en la vida, difícilmente aparecerán de la nada, por lo que es necesario un plan para conseguir los objetivos. Con esto se definirá que camino seguir, por dónde empezar y medir los obstáculos que pueden encontrarse para lograr algo.

Esto puede aplicarse mucho para terminar con un mal hábito. Dentro de los propósitos que mucha gente se plantea en año nuevo está el dejar de consumir sustancias como el alcohol, cigarros o dejar las redes sociales o los videojuegos en busca de ser más sociable.

Para esto puedes idear planes en dónde veas que es lo que te lleva a tener estos malos hábitos, así como las rutinas que sigues y que no te permitan cambiar. Piensa en formas de reemplazarlos por actividades más sanas o aquellas donde el riesgo sea menor.

Un ejemplo puede ser el dormir muy tarde por la noche, se pueden identificar las causas como el quedarse viendo la televisión o en el internet por largo tiempo sin hacer nada productivo. Entonces se puede encontrar formas de ajustar los tiempos para que no sea necesario estar despierto tanto tiempo. En caso de identificarse que se trata de un problema de salud, se puede acudir a un especialista.

PROGRAMA TIEMPOS QUE VAYAN CONTIGO

Para muchas personas funciona también el pensar en metas cortas que en planes que llevarán todo el año o un largo tiempo. Si sientes que tus propósitos requieren un largo esfuerzo y no te sientes comprometido con ellos, puedes realizar pasos, definir metas pequeñas para cada semana que al final lleven a un gran logro.

La decepción por no cumplir algo suele pesar mucho en quienes busca cumplir metas de Año Nuevo, por lo que no renuevan sus intenciones. Al pensar en pequeños logros y en objetivos semana a semana, ese deseo podría mantenerse activo y llevar a una mejor calidad de vida.

El proponerse a hacer ejercicio puede entrar en este punto. Debido a que es una actividad que puede significar mucho desgaste se recomienda empezar con pequeños pasos. Si solo deseas correr o participar en competencias como un maratón, lo primero es salir a trotar al menos tres días a la semana. La carga puede ir en aumento hasta que se vuelve rutina y las distancias que antes parecían imposibles se vuelven alcanzables.

RENUEVA TUS METAS, NO VIVAS EN EL PASADO

Si por algo no es posible conseguir los propósitos de Año Nuevo es porque muchas veces son las mismas metas y el sentirnos estancados hace que no se tengan las ganas para cumplir lo prometido.

Lo mejor es evaluar las veces que has intentado cumplir tus metas que buscas en cada año y analizar cuáles fueron los pasos que seguiste, en dónde terminaste por fallar y qué puedes hacer para mejorar.

En caso de que no encuentres la forma de volver esto un objetivo alcanzable, lo mejor es modificar el propósito por algo que sea más alcanzable. Comenzar a ver cambios o ver como se consiguen logros por medio de acciones pequeñas puede llevar a un cambio de mentalidad más profundo.

ESTAR LISTO PARA LOS CAMBIOS

A veces las rutinas que seguimos se vuelven tan cómoda que enfrentar un cambio puede resultar algo que hará caer nuestra motivación por más que sea lo que busquemos. Muchos no siguen sus propósitos por miedo al cambio, por no imaginarse en ese lugar que tanto quieren o al no verse como la persona que desean ser.

Por ello, debe de existir una disposición al cambio antes de establecer cualquier meta. Si crees que no puedes lograrlo puedes solicitar ayuda para trabajar en el aspecto mental. No debes realizar tus objetivos por obligación, sino porque significan una mejora en la calidad de vida.

De manera inconsciente, muchas veces se busca más evitar el fracaso que lograr un cambio, lo que puede mermar la capacidad para cumplir cualquier propósito.