Orgullosos de su nacionalidad mexicana, e identificados por su ascendencia libanesa, un nutrido grupo de jóvenes de todo el país estuvo en la Angelópolis para reconocer la labor del presidente honorario vitalicio de la Unión Nacional de Jóvenes Mexicanos de Ascendencia Libanesa (JOMALI), Antun Nakad Baye, a quien toda la comunidad libanesa conoce familiarmente como “el Papi”.
El Centro Mexicano Libanes (CML) fue sede de este encuentro en el que reunieron alrededor de 150 jóvenes de toda la República, quienes aprovecharon su estancia en Puebla para estrechar lazos de amistad durante dos días en los que disfrutaron la alberca, las áreas verdes y las instalaciones deportivas del club.
Para cerrar con broche de oro el encuentro se ofreció una cena de gala en el salón fenicia del CML en la que fungió como anfitriona la presidenta nacional de JOMALI, Salma Rosado Dib, de Mérida, Yucatán, quien le entregó el reconocimiento a “el Papi”, en nombre de todos los jóvenes libaneses del país.
“Existen personas que al vivir su vida transforman su alrededor, que al caminar dejan su huella, y que al crear proyectos logran construir un legado que trasciende (…) Hoy estamos aquí en honor de una de las personas más amadas de la comunidad libanesa en México, sin ti ´Papi´, nuestra comunidad tendría un gran vació”, aseguró Ray P. Kuri, quien dirigió emotivas palabras al presidente vitalicio.
“Por más de 33 años, ´Papi´, hemos aprendido de tu ejemplo, de tu guía, de lo que uno tiene que hacer por honrar nuestras raíces, honrar a Líbano y honrar a México, el país que nos vio nacer (…) Si todas las memorias, todas las emociones, todos los sentimientos y todo el cariño de JOMALI pudiera encarnar en una persona, llevaría el nombre de Antun Nakad Baye”, advirtió emocionado.
Por su parte, el homenajeado dijo que para él este era un momento muy especial, sobre todo por estar rodeado del cariño de tantas personas. Agradeció el reconocimiento y señaló que JOMALI ha sido un faro de esperanza para todos aquellos que buscan una conexión con sus raíces, y un puente entre dos culturas que se entrelazan con el corazón de cada uno de sus integrantes.
“JOMALI no es solo una asociación, es un símbolo de unidad, de hermandad y de amor por nuestras tradiciones. Es el hogar lejos del hogar para muchos de nosotros (…) A través de esta asociación hemos tenido oportunidad de celebrar nuestras costumbres y honrar a aquellos que vinieron antes que nosotros, aquellos que nos legaron valentía, perseverancia y amor por la vida”, aseguró.
“Es difícil saber en dónde empieza lo mexicano y termina lo libanés, porque México y Líbano son dos naciones que se entrelazan en un abrazo fraternal que trasciende fronteras. Nos sentimos orgullosos de ser mexicanos de ascendencia libanesa, de llevar en nuestros corazones la herencia de nuestros antepasados y de compartir con el mundo la riqueza de nuestras culturas (…) Que Dios proteja a nuestros países, ilumine nuestros caminos y nos de la fuerza y la sabiduría para construir un mundo más justo y más humano”, puntualizó.
Esta presea fue recibida por Antun Nakad Baye, días después de que fuera reconocido a nivel nacional en el marco del día del inmigrante, por el Consejo Directivo del Centro Libanés, a través de su Comité Cultural y de Difusión Libanesa, la Unión Libanesa Cultural Mundial y JOMALI, por su labor constante con los jóvenes y por mantener la llama del libanismo encendida.