De las altas paredes naturales que tienen los cerros, al fondo de las cascadas o a los emocionantes senderos, a los sabrosos platillos de la huasteca que incluyen truchas y el postre que acompaña el sabor y aroma de un buen café… Todo esto es la Huasteca Poblana, que tiene mucho que ofrecer para pasarla increíble este Día del Padre.
Huauchinango, que del náhuatl al castellano significa “lugar cercado de árboles”, hace honor a su nombre desde las cortas planicies hasta los altos cerros, como el Zempoala, en donde la emoción llega al límite al empezar a subirlo, no tanto por lo agreste, sino por los paisajes que se empiezan a asomar al momento de ir ascendiendo.
Cuentan los que han tenido la experiencia de coincidir en estar en la cima con el cielo despejado, que “es posible ver el pico de Orizaba (Veracruz) o incluso el resplandor de los quemadores artificiales de combustible que están en la zona petrolera del Totonacapan en el vecino estado veracruzano.
Es padre llegar al pie del “velo de novia”, una imponente cascada que se encuentra en el camino a Xopanapa, junta auxiliar de Huauchinango y, muy cercana a esta, también puedes saborear unas exquisitas truchas preparadas al mojo de ajo, en el típico chiltepín (chile rojo, chiquito pero picoso) con cacahuate o a la mexicana. De cualquiera de estas formas quedan exquisitas.
En Huauchinango está un sendero que lleva al lugar de un suceso mítico, o al menos eso queremos pensar, un acantilado en donde se manifiesta el agua, en donde habría saltado una Morena para encontrar los brazos de su madre muerta, pero que desde el fondo del afluente llamó a su hija Malinalli para abrazarla (El Salto de la Morena).
Si te parece, puedes refrescar tu caminar por las veredas hasta llegar a una cascada más, a La Llovizna, que desde hace unas dos décadas abastece de agua potable a los huauchinanguenses, pero al estar en una de sus vertientes, sientes sus caricias en el rostro o en todo el cuerpo, depende de qué tanto te acerques.
Si prefieres algo más relajado, puedes navegar por las aguas de la Presa de Tenango, las lanchas de los pescadores te esperan para pasearte y llevarte al llano de las muñecas, un lugar que tomó importancia y nombre tras la grabación de la película Tizoc, con Pedro Infante y María Félix, en donde ves, comes y paseas.
En Xicotepec, como en varias partes del mundo, se dice que la fe mueve montañas, pero en algunas cimas de estas montañas se fomenta el culto, es el caso de uno de los cerros más imponentes y cercanos al Pueblo Mágico de Xicotepec en el que, en su punto más alto está la Cruz Celestial, una monumental construcción que, al llegar a ella, te hace sentir el mundo a tus pies y cerca de la divinidad.
El turismo religioso se completa con la visita a una monumental Virgen de Guadalupe ubicada en lo alto de la colonia El Tabacal de Xicotepec y que desde varios puntos de la población se puede ver, pero es mejor ver al pueblo desde cerca de ella.