De arrabal a showroom | TURISTEANDO CON EL BARÓN ROJO

Un enorme caserón que se integra a la lista de casonas coloniales rescatadas del abandono y el descuido

JORGE EDUARDO ZAMORA MARTÍNEZ

  · domingo 4 de noviembre de 2018

Foto: Jorge Eduardo Zamora Martínez

Hola queridos lectores, gracias nuevamente por recibirme en sus hogares en este penúltimo mes del año; ya iniciamos noviembre, esperando con ansias y alegría las fiestas navideñas, y con el entusiasmo en alto para recibir el año nuevo.

En este artículo les voy a narrar la historia de un enorme caserón, el cual se integra a la lista de casonas coloniales rescatadas del abandono y el descuido, nuevamente gracias al amor y la entrega de sus propietarios quienes en un afán de preservar nuestro patrimonio inmobiliario, arriesgan tiempo, dinero y paciencia para devolverle a una casa abandonada su bello esplendor colonial, la casa de la salitrería, comencemos.

Esta bella casa está localizada en la esquina de las antiguas calles séptima de Juárez y calle de la salitrería, hoy en día la 11 Norte esquina con la 12 poniente, frente al jardín Álvaro Obregón, o mejor conocido como del Señor de los Trabajos.

Foto: Jorge Eduardo Zamora Martínez

Esta casa según crónicas el dato más antiguo se tiene por edificada el año de 1790, propiedad del exgobernador Alatriste, quien la tuvo en posesión hasta el año de 1862, pasando a poder del licenciado Joaquín Ruiz.

Esta casa funcionó originalmente como depósito y procesamiento de un mineral llamado salitre, rico en contenido de azufre, el cual se utilizaba para la elaboración de pólvora, según crónicas, antes de existir la estación de trenes al frente, estos terrenos eran los depósitos al aire libre del mineral, además de ser depósitos de jales, o sea, el desperdicio del procesamiento, estos terrenos se convierten después, a mediados del siglo XIX, en los actuales patios del ferrocarril mexicano, inaugurado en 1869 supuestamente por Benito Juárez, dato no preciso, pues no existen fotografías de su presencia al momento de la inauguración, e incluso se decía que se llegó a hospedar en los altos de este inmueble.

Para este evento la casa se convierte en hotel, el cual tuvo por nombre Hotel Terminal, hasta el día de su clausura en el año 2006, pues en sus inicios fue un hotel familiar, pero al paso del tiempo se convertiría en un hotel de arrabal, el cual por muchos años tuvo en su planta baja un bar conocido como “La reunión de las huertas”, ¿y sabes el porqué de tan peculiar nombre?, pues porque antes de fraccionar esta zona y trazar las calles, esta esquina era el límite entre dos huertas, la huerta de Jesús y la huerta de la Era de Hidalgo.

Foto: Jorge Eduardo Zamora Martínez

Hoy en día la casa la adquiere una pareja de jóvenes emprendedores, los cuales la recuperan de su abandono de más de diez años, y arriesgando todo su patrimonio, la rescatan con una increíble obra de restauración devolviéndole su esplendor original, y fue tan meticuloso el trabajo, que hasta lograron restaurar los pisos originales de las habitaciones a través de un trabajo de pulido a mano, mosaico por mosaico; un trabajo sorprendente pero que bien valió la pena.

Actualmente la casa la convirtieron en un restaurante con un nuevo concepto de servicio llamado showroom, una mezcla de distintos giros comerciales que se complementan unos con otros: restaurante, boutique de accesorios para dama, bar integrado con una destilería de mezcal, sala de exposiciones artísticas, tienda de artículos artesanales mexicanos, todo bajo un mismo techo, o mejor dicho bajo un mismo toldo, un nuevo concepto de establecimiento que bien vale la pena que le destines una tarde en compañía de tu familia; un ambiente así de agradable bien vale un buen mezcalito sabroso.

Agradezco a la señora Ana Carreño y a su esposo señor Raúl Pacheco las amplias facilidades prestadas a su servidor para la realización de esta nota.

Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com, mis páginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, WhatsApp: 22 12 532690, y Twitter: @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.

Foto: Jorge Eduardo Zamora Martínez