Hola queridos lectores, mil gracias de antemano por permitirme entrar a sus hogares en este ya muy lluvioso y frío mes de octubre; ya listos para despedir este año, pasamos a la fiesta de los fieles difuntos, el cumpleaños de Anirev y de lleno nos vamos a las nada dietéticas fiestas navideñas.
¿Que harías si al caminar por un bosque se te presentaran frente a tus ojos cinco bellas féminas bailando y entonando cánticos hipnóticos producto de su bella voz? Pues te puede suceder y por más increíble que parezca, en un lugar inimaginable de esta bella ciudad: el Parque de las Ninfas.
Pero antes un poco de historia. Hasta los años sesentas existió al sur poniente de nuestra ciudad una enorme escuela llamada Aquiles Cerdán, tan enorme en extensión que abarcaba las cuatro manzanas desde la 23 hasta la 27 poniente y desde la 13 hasta la 17 sur; por necesidades de movilidad y dada la moda de la modernidad urbana que identificaba esa década, toda esta escuela, tristemente, es derruida, siendo que todos sus edificios eran unas verdaderas joyas del colonialismo arquitectónico poblano.
El edificio más emblemático de todos era su bellísimo teatro escolar, localizado exactamente en lo que es actualmente el cruce de la 13 sur y la 25 poniente, del cual únicamente se conservan fotografías, como la que acompaña esta nota.
La escuela se divide en cuatro manzanas que ocupan actualmente el Hospital Universitario, las oficinas centrales de la CFE, la escuela Venustiano Carranza, la escuela Hermanos Cerdán y un campo de béisbol, mismo que funcionó como tal hasta los años ochentas.
A principios de la década de los noventas este campo beisbolero desaparece y se convierte en parque público y como temática las autoridades eligen llamarlo “El Parque de las Ninfas y para ello se instalan en la parte central de este jardín cinco bellas esculturas femeninas representado a las que la mitología griega identifica como las hijas del dios Zeus, las Ninfas.
Según los estudiosos de esta cultura, el dios Zeus tuvo hijas de todos los órdenes de la naturaleza, del mar, de la tierra, de los árboles, del bosque, de la pradera. Y como dato curioso, los romanos también tenían sus propias féminas mitológicas, nada más que aquí les llaman Linfas, y también todas relacionadas con la naturaleza.
A mi criterio yo las identificaría como las ninfas del bosque, y según la etimología griega serían sus nombres Alséides, Auliónades, Apéas, Driádes y Mélides.
Querido lector, en algún momento que desees buscar relajamiento y tranquilidad, dirígete a este jardín localizado en la 17 sur entre la 23 y la 25 poniente y, aprovechando esta época de lluvias, todo el parque esta convertido en un verdadero bosque urbano; qué mejor que realizar un paseo rodeado de estas bellas damas de bronce, las que quizá te lleguen a cantar al oído algo relajante e hipnótico.
El Parque de las Ninfas, un tesoro escondido de los jardines adolescentes de nuestra ciudad.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, nos leemos el próximo domingo.
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