Hola, queridos lectores: aquí, presente como cada domingo entregándoles una lectura siempre con el deseo de que sea de su agrado después de celebrar las fiestas patrias en compañía de nuestros familiares y a la manera como la celebramos los mexicanos: con una exquisita cena colmada de nuestros platillos nacionales por excelencia.
En esta ocasión tuve la oportunidad de visitar nuevamente el archivo histórico de la BUAP, localizado en la Avenida Reforma 531, y grata fue mi sorpresa al entrar, pues está en exhibición una muestra fotográfica con imágenes de la Puebla del año 1863, una colección de más de 20 fotografías bellamente impresas con escenas de las calles de nuestra ciudad a un año de los sucesos de la batalla contra el ejército francés.
Esta exposición nos muestra escenas cotidianas, imágenes callejeras, vistas de los clásicos y enormes inmuebles que existían y de los que algunos todavía subsisten para nuestra suerte; enormes casonas que han sido mudas testigos del paso del tiempo y de generaciones de familias entre sus muros. Muchos de ellos el tiempo se los llevó, pero otros tuvieron la suerte de que fueran preservados por sus heredero, y estos son en los que al caminar por sus patios, pasillos y habitaciones nos dan la oportunidad de revivir la Puebla Colonial, la Puebla heroica, la Puebla nostálgica, la que al respirar en su interior nos traslada a bellas épocas de nuestros ancestros.
Dentro de esta colección fotográfica también se muestra la Puebla que sobrevivió los trágicos sucesos de ese año: es una muestra de las heridas que sufrió la ciudad, casas destruidas, templos fracturados, edificios coloniales que desaparecieron casi o totalmente, una plaza principal utilizada como campamento militar y, en algún momento, como campo de batalla; calles desoladas, algunas tan destruidas que es imposible reconocerlas, pero, sobre todo, las casas que sí lograron salvarse de ser destruidas, rescatadas y reconstruidas, que en la actualidad nos muestran su belleza arquitectónica.
También dentro de esta colección fotográfica se muestran algunos detalles que de seguro ni te imaginabas, por ejemplo, la Puebla carente de drenaje. En varias de estas fotografías se puede observar la carencia de servicios subterráneos de drenaje, este era abierto sobre la calle: en las esquinas se tenían pequeños puentes peatonales para cruzar sobre el canal de aguas negras y si le agregamos que el único transporte público existente era el servicio de tranvías tirado por tracción animal, lógicamente estos pobres animales ¿en donde creen que arrojaban sus desechos? Así es toda época en la historia, siempre se tiene lo bello y lo malo.
Pero dentro de lo bello qué más que mencionar la belleza de las mujeres poblanas, ataviadas con sendos vestidos, muchos de ellos franceses o ingleses; los caballeros, de levita y bombín; y ni se diga de las normas sociales: la clásica caballerosidad hacia las damas, el coqueteo discreto de las féminas para llamar la atención, la primera cita con la dama elegida, las cenas familiares con la clásica tertulia alrededor del piano, siempre al centro de esas bellísimas salas elaboradas en maderas curvas y bejuco, sin faltar esos majestuosos espejos franceses, algunos tan enormes que casi pesaban doscientos kilos… ¡Uff, qué más podríamos mencionar…! Bellas escenas, bellos momentos, bellos recuerdos, todo lo que fue nuestra Puebla de antaño.
Querido lector, en tu primera oportunidad visita esta exposición de fotografía. Recuerda: en el archivo histórico de la BUAP, en Reforma 531. Agradezco a la directora del archivo BUAP, la Lic. Pilar Pacheco Zamudio y al personal del archivo por las facilidades prestadas a su servidor. Todas las fotografías de esta nota son propiedad de la BUAP.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez y agradezco el favor de tu atención. Mi correo a su disposición: profelalo2002@hotmail.com. Mis páginas: Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora. WhatsApp: 22 12 532690 y Twitter: @elbaronrojo62. Se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.