En el municipio de Cuautinchán, localizado a unos 35 kilómetros al oriente de la ciudad de Puebla se encuentra el Ex Convento de San Juan Bautista, una joya arquitectónica que constituye uno de los legados históricos más importantes de la región centro del estado y que forma parte del también llamado “Triángulo de Oro” -por su riqueza cultural-, conformado por tres conventos franciscanos del siglo XVI, ubicados en Cuautinchán, Tepeaca y Tecali de Herrera.
Según la historia del lugar, la construcción de este Conjunto Conventual comenzó en 1527 y se le adjudica su diseño al alarife español Francisco Becerra. Este inmueble tiene como basamento, la pirámide principal del gran señorío multiétnico donde habitaron los cuautlinchantlacas.
La construcción tiene aspecto similar al de las fortalezas medievales de Europa. Este templo mide 80 metros de ancho, 143.70 metros de largo, 20 metros de alto y 27 metros de cúpula, tiene dos torres y una escalera de 33 escalones. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es una de las construcciones de la Nueva España mejor conservadas.
El ex convento de San Juan Bautista fue declarado monumento histórico el 11 de octubre de 1933; catalogado como un conjunto cultural, recreativo, deportivo y de esparcimiento.
Otro atractivo que resalta es el museo de arte religioso, ahí se pueden admirar las distintas imágenes de madera tallada, estofada y policromada, como el precioso trío formado por Santa Ana, la Virgen María y el Niño Jesús. También un Cristo hecho con pulpa de caña de maíz que pesa menos de 15 kilos.
En el mismo museo se conserva un retablo del siglo XVI con pinturas al temple sobre los milagros de San Diego de Alcalá que, probablemente, fue realizado por Simón Pereyns.
Un tesoro en su interior
En el interior de este inmueble se encuentra el retablo mayor más antiguo de México, los especialistas aseguran que data de 1534 y que fue construido en madera por el artista Nicolás Tejeda de Guzmán.
Originalmente, la obra fue realizada para el templo de San Francisco, en Puebla, pero no cupo y lo mandaron a Tehuacán, sin embargo, un terremoto impidió que lo instalaran. Entonces, es comprado para Cuauhtinchán, donde ahora es considerado como uno de los tres retablos más antiguos de América.
Dentro del exconvento se encuentra un claustro anexo, donde se conservan restos de pintura mural con escenas religiosas y piezas en madera tallada, estofada y policromada como el hermoso trío formado por Santa Ana, la Virgen María y el Niño Jesús. También hay un Cristo hecho con pulpa de caña de maíz que pesa menos de 15 kg.
El campanario del ex convento de San Juan Bautista es la zona más alta del monasterio y mide más de 30 metros. Ahí arriba están las campanas que tienen un peso de más de 300 kilogramos.
Daños por el sismo de 2017
Un minuto y medio, y un sismo de magnitud 7.1, bastaron para que el conjunto conventual franciscano del siglo XVI de Cuautinchán sufriera graves afectaciones que lo mantuvieron cerrado casi cinco años; el 5 de julio de 2022 sus puertas fueron reabiertas para celebrar misas y ser visitado.
El Ex Convento de San Juan Bautista de Cuautinchán, Puebla, es un inmueble seguro, afirma el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que en el resarcimiento de los daños han participado especialistas y asesores, normados por el INAH, integrando un proyecto de intervención respetuoso del inmueble y técnicamente adecuado.
Significado y localización
El municipio de Cuautinchán debe su nombre a una combinación de palabras en náhuatl que son “cuauhtli”, que significa águila, “in” que es un plural posesivo y “chan” que significa casa, por lo que podría traducirse en “casas de las águilas” o “nido de águilas”.
Cuautinchán pertenece al estado de Puebla y cuenta con más de 10 mil habitantes. El municipio limita al norte con los municipios de Amozoc y Acajete, al sur con Tzicatlacoyan, al oriente con Tepeaca y Tecali de Herrera y al poniente con el municipio de Puebla.