Hola queridos lectores, como cada domingo su servidor pasando lista de presente en la calidad y la calidez de sus hogares, presentándoles temas con el deseo de que sean de su agrado. En esta ocasión les voy a platicar de un pequeño restaurante sui generis, es de los que tienen un interior que se llama popularmente “temático” y este al menos para su servidor sí es muy especial, pues toda su decoración está ambientada y dedicada totalmente a la historia de Puebla.
Por casualidad, al salir de exponer una de mis acostumbradas pláticas y atendiendo al rugido del apetito, mi hermano Pedro, mi amigo don Tolentino y su servidor nos adentramos a la búsqueda de un lugar donde saciar nuestros instintos culinarios y nos encontramos este sitio en la esquina de la 14 sur y la 3 oriente, en el histórico barrio de Analco y cuál fue nuestra sorpresa al admirar su decorado, que sus paredes y mesas se encuentran totalmente tapizadas de cientos, si no es que de miles, de fotografías de la Puebla antigua, la Puebla de nuestros ayeres, pero no solo eso, lo más impresionante es que son fotografías ORIGINALES.
Al momento admirar tanta belleza gráfica me doy cuenta de que es una verdadera colección de incunables fotográficos, todas las imágenes son fotos obtenidas de todo sitio, colecciones particulares, obsequios de comensales, de tianguis de antigüedades, de bazares en los sapos, etcétera. Todas originales, nada de copias o impresiones digitales.
Es una verdadera experiencia el estar degustando un antojito típico poblano, estar charlando con tu familia y amigos, y admirar al mismo tiempo cientos de imágenes de una Puebla que nunca volveremos a ver, salvo en estos tesoros gráficos.
Y lo más agradable es que puedes reproducir estas fotos con la complacencia y alegría de los dueños del lugar y sin pagar derechos de autor, pues las imágenes ya son del dominio público.
Y no tienen solamente imágenes de Puebla, sino de los artistas de la época de oro del cine mexicano, cómicos, cantantes artistas, actores, grupos sesenteros y además de pilón, en una pantalla plana, el propietario tuvo el acertado tino de pasar solamente videos de la época de los inicios de la televisión mexicana; toda una verdadera delicia el estar en ese sitio.
Querido lector, si deseas vivir la historia de tu ciudad te recomiendo este lugar, es ideal para pasarla en familia y que más al estar rodeado de miles de imágenes de la Puebla de ayer, la Puebla que ya se fue, de la Puebla que solo vive en los corazones de los que la conocimos desde niños y que la revivimos cada vez que platicamos de ella.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, nos leemos el próximo domingo.
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