Hola, queridos poblanos, su servidor, El Barón Rojo, les da las gracias nuevamente por permitirme entrar a sus hogares en este invernal domingo. En esta ocasión les traigo la historia de un recinto por el que de seguro alguna vez caminamos frente a él, pero que ignorábamos que existe. Me refiero a la majestuosa Biblioteca José María Lafragua. ¿Y dónde está localizada? Pues en la avenida Juan de Palafox y Mendoza, antes la avenida Maximino Ávila Camacho, entre la 4 y la 6 Norte, integrada al conjunto arquitectónico del edificio Carolino y la iglesia de la Compañía de Jesús. A media cuadra se encuentra este hermoso y majestuoso inmueble, pero pasemos a su interior mientras les narro su historia.
Esta biblioteca fue inaugurada el 16 de septiembre del año 1885, teniendo como marco las celebraciones de las fiestas patrias de ese año, contando con la presencia de las autoridades locales, los profesores del colegio y alumnos de la época, teniendo, asimismo, sus orígenes en el Antiguo Colegio de Jesuitas del año 1587, pasando luego a ser el Colegio Carolino en 1790 y, finalmente, colegio del estado en 1825, cuando José María Lafragua (1813-1875) pasó a ser su administrador y benefactor.
Se le bautizó con su nombre porque este personaje histórico durante toda su vida productiva se entregó en cuerpo y alma a engrandecer el acervo bibliográfico e histórico de este inmueble. Fue un personaje de la historia que participó en la elaboración de las leyes de reforma y, además, por su intervención se fundaron instituciones de estudios superiores como la Biblioteca Nacional de México y el Archivo General de la Nación.
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Esta biblioteca conserva en su acervo bibliográfico una extensa y riquísima colección de ejemplares, los cuales rebasan la cantidad de 90 mil volúmenes, de los cuales más del 60 % corresponde a su acervo histórico, esto es, desde su fundación hasta el siglo XIX, archivos hemerotecales, folletos y un sinfín de ejemplares y objetos patrimoniales que se han ido agregando a lo largo de la historia de este recinto.
Cabe hacer notar que esta biblioteca se fundó a la par de la biblioteca Palafoxiana, pero con grandes diferencias, antiguas y actuales. La Palafoxiana fue fundada con base en los preceptos religiosos de la época, la biblioteca Lafragua se fundó con base en el conocimiento general de la época antigua y la actual. La Palafoxiana fue fundada por religiosos; la Lafruaga, por civiles de la época y las diferencias actuales son que la Palafoxiana es un museo, sin posibilidad de consultar su acervo; en la Lafragua, al contrario, su principal función es el estudio de la historia e investigación por medio de la consulta de la totalidad de su acervo, ya que cuenta con el doble de ejemplares históricos en comparación con los que cuenta la Palafoxiana, más de 90 mil, pues la Palafoxiana cuenta con 45 mil. Y tratándose de libros incunables, la Palafoxiana tiene 9. Además, esta biblioteca tiene 17 y estos últimos están a la consulta de los interesados, los de la Palafoxiana no; además, la biblioteca Lafragua es una biblioteca viva, ya que además de ser un recinto histórico tiene una filosofía de permanente actualización en temas históricos y siempre en la mejor disposición de colaborar con los estudiosos de la materia.
Se les llama incunables, haciendo alusión a “estar en la cuna”, a los libros carentes de un estándar de impresión o, lo que es lo mismo, la “infancia” de la industria de la impresión de libros.
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La sala es una nave cupular de aproximadamente 40 metros de largo por 10 de ancho y unos 12 de alto. Cuenta con estanterías a su alrededor finamente talladas en roble, en dos niveles; todas las puertas de los anaqueles, barandales, capiteles y pasillos, finamente elaboradas y labradas con motivos barrocos; su piso, totalmente en mosaicos de piedra de Santo Tomás con un excelente acabado brillante, todo luciendo un perfecto estado de conservación.
Este recinto puede ser visitado, además, cuenta con la excelente guía y narración histórica del personal a su cuidado. Esta es, sin duda, una gran opción para visitar y conocer. Recuerda: está localizada en la avenida Juan de Palafox entre 4 y 6 Norte.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención. Mi correo a su disposición: profelalo2002@hotmail.com. Mis páginas: Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora. WhatsApp: 22 12 532690 y Twitter @elbaronrojo62. Se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.