Hola queridos lectores, gracias nuevamente, pues aquí me tienen con mi acostumbrada columna, siempre elaborada con el deseo de que sea de su agrado, en este domingo me es muy grato el compartirles una emocionante y hermosa experiencia vivida por su servidor el fin de semana pasado, aquí se las platico.
El sábado anterior tuve una imprevista, pero muy agradable invitación, me llevaron de sorpresa a disfrutar de un espectáculo al cual ya tenía algún tiempo de no asistir, no por desconocimiento, sino por falta de difusión: el torneo estatal de escaramuzas charras, un espectáculo no solo hermoso, sino emocionante; hermoso porque además de disfrutar la belleza poblana ataviada con bellísimos vestidos de adelitas, se disfruta de una rama del deporte nacional por excelencia, la charrería.
¿Qué es la escaramuza?, un deporte además de divertido peligroso, esta actividad se realiza en un área deportiva que se le conoce como lienzo charro, es un rodeo, de unos 50 metros de diámetro, que tiene en su parte norte un pasillo de unos 30 metros de ancho, por unos 100 metros de largo, totalmente de terracería, llamado manga, afuera del área de juego, se encuentran las caballerizas.
La escaramuza se realiza con un equipo a caballo integrado por 8 damas bellamente vestidas con trajes típicos de Adelita, todas deben de estar perfectamente uniformadas, hasta el moño en su cabello, cualquier disparidad es penalizada por los jueces, y desde luego todas montadas al estilo llamado amazona, que es la forma como montan las damas; los caballeros montan al estilo jinete, a horcajadas sobre el caballo; las damas en cambio montan con una silla para amazona: con las dos piernas del mismo lado, lo que lo hace más peligroso para gobernar la montura.
Algo muy bello y emotivo al inicio del espectáculo es el momento en que todos los participantes, incluido el público, comparten una oración, pidiéndole al creador la protección durante sus actividades, e incluso para sus monturas, lo que para ellas representa su alma gemela, porque de que se juegan la vida, se la juegan.
La primera suerte del evento es rayar el caballo, esto consiste en que una integrante del equipo, corre a galope desde el fondo de la manga, y debe de frenar al caballo dentro de un área marcada, una actividad peligrosa y emocionante al mismo tiempo, el motivo es el lograr que la montura resbale sobre la tierra sobre sus cuartos traseros la distancia más larga, acción que es juzgada por los jueces hasta por centímetros.
La segunda parte del evento es el juego de movimientos sincronizados por las 8 jinetes, todas bajo las órdenes de su capitana, a la cual nunca deben de perder de vista las demás; se realizan varios cruces, piruetas, giros, los cuales deben de ser perfectamente sincronizados, porque una falla por centímetros puede causar el choque de varios caballos, y por consiguiente sufrir daño las jinetes. Durante este evento fui testigo de uno de esos accidentes, gracias a Dios sin consecuencias para la dama, solo pasó a ser un susto, el movimiento más peligroso es el llamado peine, que es el cruce de los 8 caballos desde la periferia hacia al centro del rodeo, y lograr cruzarse los 8 sin tocarse, algo increíblemente emocionante, todo un espectáculo digno para nervios de acero.
Cabe aclarar que esta actividad no tiene nada de femenina, es para damas educadas para el peligro, chicas bellas que desde su niñez se entrenan para no fallar, una de las cosas que me llamó la atención es el ver que en esta ocasión, a diferencia de la vez en que asistí hace algún tiempo, es lo jovencitas de sus elementos, las cuales desde los 14 años en adelante se preparan para este deporte.
Todo un espectáculo que rara vez tenemos los poblanos la oportunidad de disfrutar, querido poblano, la próxima vez que se presente un espectáculo así, asiste con tu familia, es además de hermoso, emocionante y no hay nada más bello que el enseñarle a tus hijos el amor por el deporte nacional, la charrería.
A su servidor, como guía de turistas federal, me enorgullece el tener este tipo de eventos en mi ciudad, porque a pesar de que la charrería no tuvo su origen en Puebla, tenemos muchos equipos locales que nos representan a nivel nacional muy profesionalmente y esta actividad es un gran atractivo para mostrar a nuestros visitantes, locales y extranjeros.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com, mis páginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, WhatsApp 22 12 532690, y Twitter @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.