Hola queridos lectores, mil gracias por recibirme en sus hogares, ya en pleno arranque de este nuevo año 2019, en esta ocasión para mí es muy grato el compartir con ustedes mi regalo de Reyes, así es, aunque ya tengo copete de hueso, todavía tengo mi niño interno y por haberme portado bien, aunque ustedes no lo crean, a mí sí me trajeron mi regalote los Reyes, ahora se los comparto:
Cuando elegí este tema, mi señora esposa me regañó y me dijo que no tenía nada que ver con la ciudad o con su historia, y en cierto modo tenía razón, pero pensándolo bien sí tiene que ver, no con nuestra ciudad, pero sí con un personaje que fue muy famoso en el Pasaje del H. Ayuntamiento: la histórica distribuidora de revistas y periódicos de don Arnaldo Fernández.
Este señor, al cual solamente tuve el privilegio de saludar de vez en cuando, tenía a la mitad del Pasaje del Ayuntamiento su distribuidora de libros, revistas y periódicos; un señor de baja estatura, de amplia cintura, siempre dirigiendo desde su pequeño escritorio todo un ejército de repartidores y vendedores de periódicos y revistas por toda la ciudad.
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Si ustedes tuvieron el privilegio de pasar por este lugar antes de las siete de la mañana todos los días, les habrá tocado vivir el mundo de gente que obtenía sus ingresos por este medio, y además si agregamos cientos de señoras vendiéndoles café, tortas, tamales, tacos, etc. Un mundo ya desaparecido, pero que siempre vivirá en el recuerdo de quienes fuimos testigos de él.
Ahora a lo que nos concierne, mi regalo de Reyes. La madrugada del 6 me encontré al pie del bello árbol navideño que instaló mi esposa un gran paquete amarrado y muy pesado, ¿qué contenía aquel pesado paquete?, ¡oh sorpresa! Cincuenta ejemplares antiguos de Mecánica Popular, la mejor revista de tecnología y bricolaje que se haya editado en el mundo, así es, mi alegría se desbordó al destapar el paquete.
Esta revista fue el libro de texto con el que crecimos y nos educamos mis hermanos y yo, teníamos algunas heredadas de nuestro padre, más otras que yo adquirí en los años setenta, pero estas ediciones antiguas son oro sólido; hoy en día una de estas revistas se cotiza cada una entre 100 y 200 pesos, el que tenga una colección completa, ya tiene un pedazo de cielo en su revistero.
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¿Por qué el valor de estas revistas viejas? bueno, antes un poco de historia. Esta revista se edita por primera vez en los Estados Unidos en el año de 1909, por el famoso magnate de la prensa William Randolf Heartz, en México se comienza a editar en el año de 1947, dos años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, se edita primeramente en un tamaño de 6x9 pulgadas, a partir de 1961 crece al tamaño de 8x11 pulgadas, que es el estándar actual de todas las revistas del mundo, ¿pero qué es lo que la hace tan valiosa? todo, mecánica popular fue la biblia de la tecnología mundial, invento que no se mencionaba en esta revista, invento que era condenado al fracaso. Todo avance tecnológico de la humanidad fue mencionado en esta revista, desde la conquista del Everest, hasta la conquista de la Luna, pasando por todo avance tecnológico en la industria automotriz.
Así es, estas revistas son hoy en día un gran libro de la historia de la tecnología humana, y no solo eso, es un gran manual de reparación de autos, miles de proyectos de bricolaje en todas las ramas, carpintería, herrería, albañilería, fontanería, electricidad doméstica, hasta manualidades para amas de casa e incluso son un excelente libro de texto para niños, con sus miles de lecciones de mantenimiento para bicicletas, trabajos de carpintería para niños y hasta reglas de algo que los niños de hoy desconocen: urbanismo y civismo.
Querido lector, si entre tus revistas viejas te encuentras alguna mecánica popular, ponla al alcance de tus niños, la curiosidad los hará que la lean, y nunca olvidarán lo que les enseñará esta gran revista.
Mil disculpas queridos lectores, si el tema de hoy no les fue de su agrado, pero no me aguanté las ganas de compartir mi alegría al recibir este gran regalo con ustedes, gracias queridos Reyes Magos, gracias papá y mamá, mil gracias.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com, mis páginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, WhatsApp: 22 12 532690, y Twitter: @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.