Hola queridos lectores, gracias por recibirme este sábado en sus hogares. En esta ocasión les voy a narrar la historia de cuatro sitios poblanos representativos del muralismo urbano de Puebla, que tienen un elemento en común: están fuera del ámbito religioso. Iniciaremos nuestra narración con uno que desgraciadamente ya no existe, pero es digno de ser mencionado: el mural de la fachada del estadio Cuauhtémoc.
LA HISTORIA DEL PRIMERO
El estadio fue construido por la cervecera Cuauhtémoc en el año 1968 para la celebración del mundial de futbol México 1970, para ello, el gobierno del estado le prestó el terreno por un periodo de 20 años de usufructo a la cervecería y pasado ese tiempo, lo que la empresa construyera en el predio pasaría a propiedad el gobierno del estado.
El estadio fue inaugurado en julio de 1970 y uno de sus principales atractivos fue el diseño y elaboración en su fachada de un mural gigante, de 6 metros de alto por 40 de largo, trabajo que se encomendó al poblano Jesús Corro Ferrer y que le llevó al artista un tiempo de elaboración de nueve meses. El diseño mostraba del lado izquierdo una remembranza del juego de pelota de los mexicas; al centro, el rostro del emperador Cuauhtémoc y del lado derecho una representación del juego de futbol de nuestros días.
Lamentablemente dicho trabajo se vio arruinado por el diseño y construcción de las gradas elevadas para la realización del mundial de México 86, permitiendo su destrucción para construir las trabes y soportes de la tribuna, que se construyó con motivo de la realización del segundo campeonato de futbol en el país. El majestuoso mural fue arruinado y yace sepultado para toda la eternidad.
EL SEGUNDO PUNTO
El siguiente se encuentra en un edificio del centro histórico de la ciudad de Puebla; para este segundo punto nos ubicamos en la esquina de la Avenida 16 de Septiembre y la Calle 3 Poniente, frente a Catedral. Este inmueble, construido en 1960, muestra en su fachada oriente dos murales, los dos de 2 metros de alto por 10 de largo y en su cara norte otros dos, de 2 metros de alto por 30 metros de largo, obra del muralista tlaxcalteco-poblano Desiderio Hernández Xochitiotzin (1922-2007).
Los dos del oriente muestran, el superior una alegoría a los Ángeles de Puebla y el inferior una alegoría de dos serpientes entrelazadas con simbolismos aztecas. Del lado norte muestran, el mural superior una imagen a la enseñanza en México, desde la cultura azteca hasta la educación en el México moderno.
- Leer más: Brackets: ¿salud o vanidad?
Y finalmente el mural inferior contiene un emblema del trabajo en el país, desde el campo hasta la industria; al centro, el símbolo del sistema bancario nacional, la rueda de combinación de una caja fuerte; un detalle: dentro de la simbología de la industria no se representa a la planta de la VW ya que este edificio fue construido en 1960, y la planta se instaló en Puebla hasta el año 1964.
LA CASA MÁS ANTIGUA DE PUEBLA
El tercer punto a visitar es la famosa casa del Deán, localizada en la esquina de la 16 de Septiembre y la 7 Poniente; esta fue construida, según muestra la fecha en la fachada, en 1550 por el decano de la Catedral o Deán Tomás de Plaza Goes y es la casa más antigua de la que se tiene referencia de construcción en la Puebla virreinal.
Esta casa pasó por muchas utilidades, desde fortaleza, casa de asistencia, hasta vecindad. Al paso del tiempo le fueron derruyendo cuartos hasta quedar solamente dos habitaciones y un vestíbulo; la escalera actual fue reconstruida en ese sitio con partes de la original que estaba al centro del patio.
En 1955 casi la totalidad de esta se destruyó para construir el majestuoso Cine Puebla, una de las salas cinematográficas más grandes del país, lo que da una idea de la magnitud del tamaño de la casa del Deán. En ese mismo año de construcción se descubren, en las dos habitaciones existentes, murales alegóricos a imágenes mitológicas, representando pasajes bíblico-griegos.
La primera sala es la de la Sibilina, llamada así en honor a las mujeres que recibieron del dios Apolo los dones de la profecía y la adivinación, a estas mujeres se les llamaba sibilas.
La segunda sala representa los triunfos, se dice que esta era la recámara del Deán y que su pasión era observar estas imágenes que representan la obra Los Triunfos, escrita en tercetos endecasilábicos y son una alegoría del amor que le tenía Petrarca a Laura, seres mitológicos.
EL ÚLTIMO SITIO
El cuarto y último punto de visita a nuestro recorrido por los murales de Puebla se localiza enfrente de la puerta de la casa del Deán, en el restaurante El Mural de los Poblanos. Esta casa muestra en su patio, sobre su pared sur, un enorme mural dividido en tres partes, elaborado por Antonio Álvarez Morán.
En él se muestran los personajes y simbolismos más representativos de la ciudad a lo largo del siglo XX. Muestra desde figuras de la política poblana, como gobernadores y alcaldes, empresarios que formaron parte de la industria y el comercio, pintores y cómicos del cine que llevaron en su actuación su origen orgullosamente poblano, hasta figuras y personajes de la vida cotidiana que marcaron una época en la historia de la ciudad.
¿Qué te pareció este rápido recorrido por algunos de los murales más significativos de nuestra ciudad? Espero que haya sido de tu agrado, gracias y hasta la próxima.
- WhatsApp: 22 14 15 85 38
- Facebook: Eduardo Zamora Martínez
