Hola queridos lectores, pasando lista de presente en este último domingo del año, ya nos despedimos del 2019 y recibimos el 2020 con toda la alegría que nos merecemos, deseándoles a mis lectores que sea un año pleno de satisfacciones para usted y su familia.
En esta ocasión, esta ocasión hago un corolario a la nota que publique hace dos semanas y que despertó muchas polémicas, tanto positivas como negativas, porque menciono -a título personal- como una leyenda el oro prehispánico; hubo lectores que me dieron la razón, pero fueron más los que se sintieron heridos en sus sentimientos.
La razón del porque escribí esta apreciación mía, se basa en que tengo los conocimientos suficientes para dudar de la veracidad de esa , repito, para su servidor una leyenda, una de ellas es que tuve dos familiares que en su juventud trabajaron en la compañía minera Real del Monte y Pachuca, mi señor abuelo , José Zamora Pérez, y mi tío Francisco Zamora , y gracias a la vasta experiencia de mi señor tío, el cual le dedico a la minera cuarenta y tres años de su vida, trabajando en esa empresa, y las historias y anécdotas de mi señor abuelo, el cual le dedico cincuenta años de trabajo, es lo que me dio los conocimientos suficientes para reafirmar lo dicho.
Y para completar esa nota pasada, ahora les comparto una serie de imágenes del museo de minería de la ciudad de Pachuca, el cual está localizado en la calle de Mina, en el centro histórico, situado en una hermosa mansión estilo anglo hispano, y menciono esto porque es una hermosa casa con una bella mezcla de los dos estilos, la cual fue sede de la gerencia de esta empresa hasta inicios de la revolución. La disposición de las habitaciones es totalmente colonial hispano, como las casas coloniales que tenemos en nuestro centro histórico, pero los acabados y diseños son totalmente ingleses, pues originalmente la industria y la tecnología minera fue traída a la Nueva España por Pedro romero de Terreros, en el año de 1815, y en el siglo XIX; la industria pasa a manos de empresarios ingleses y son estos los que le dieron a la ciudad de Pachuca su marcado aire europeo nórdico.
Esta casa cuenta con dos bellos patios: el central y principal, rodeado de enormes habitaciones, y como de costumbre, con la clásica disposición de habitaciones seriadas, como le llamamos coloquialmente, “en chorizo”, con la puerta a la mitad del muro, su bella escalera de mármol, barandales de herrería y todas con pisos de duela. En todas estas está la exposición de la historia de la industria minera en el país, y es ahí donde se muestra a traves de imágenes, graficas, maquinaria y tecnología novo hispana, que es totalmente imposible que los prehispánicos hayan podido extraer oro del subsuelo mexicano, pues este se localiza a más de quinientos metros de profundidad, y sin embargo la plata se haya a trescientos metros, y en una proporción de quince a una, o sea hay en el subsuelo mexicano quince veces más plata que oro y a menor profundidad, incluso para los ingleses les era totalmente incosteable extraer oro.
En este museo, al cual acudas en tu próxima visita a la bella airosa, te invito a que lo visites, en su segundo patio se encuentra expuesta toda la maquinaria novo hispana e inglesa que se utilizó en la empresa Real del Monte y Pachuca, hoy en día ya desaparecida, pero es sorprendente el que puedas admirar, sobre todo el tamaño colosal de estas maquinas, taladros, compresores, malacates, poleas, grúas viajeras, tractores de mina… todo, antiguo y en perfecto estado de conservación, este museo bien vale un viajecito a la bella airosa, y de paso disfruta una exquisita barbacoa acompañada con un delicioso paste de carne y papa.
Soy Jorge Eduardo Zamora, y nos leemos el próximo año nuevo 2020.
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