Huasca de Ocampo, 23 jun (Notimex).- Enclavados en la Sierra de Pachuca, Hidalgo, rodeados de bosques, pequeñas cascadas y manantiales, se erigen los Prismas Basálticos, formaciones rocosas cuya estructura geométrica perfecta atrapa la mirada de sus visitantes, quienes reconocen la magnificencia de la naturaleza.
De entre los múltiples atractivos naturales que posee el territorio hidalguense se encuentran estas columnas basálticas, una de las 13 maravillas naturales del país y uno de los sitios únicos en el mundo, dado que estos poliedros solo existen, además de México, en Islandia, Escocia, Australia, Estados Unidos e Irlanda.
Estos órganos basálticos son formaciones regulares de pilares más o menos verticales, con forma de prismas poligonales, sobre todo hexagonales, que se forman por la fractura progresiva de la roca durante el enfriamiento lento de lava en coladas, chimeneas volcánicas o calderas que no se desbordan o vacían de golpe.
Ubicado en el Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo, a poco más de hora y media de la Ciudad de México y a 38 kilómetros al noroeste de Pachuca, el Centro Turístico Prismas Basálticos ofrece a sus visitantes un ambiente cálido familiar en un clima templado semi-frío.
Al llegar al lugar estas estructuras no se observan hasta que se llega a un mirador y un puente colgante que las une con el bosque, donde los árboles sirven de sombra para las familias y grupos de amigos que acuden al lugar, donde, además, puede disfrutarse de noche, pues hay sitios para acampar o dormir en una cabaña.
El agua de las cascadas se abre en las rocas en forma de arcoíris y le imprime luz, color y magia al lugar en el que, según cuentan los habitantes y comerciantes de la zona, por la noche se aparecen los duendes y las hadas, quienes entre las ramas y los pastos y hacen travesuras a los paseantes.
Según cuenta Don Armando, integrante del grupo ejidatario que administra el lugar, en 1803 el explorador Alexander Humboldt fue quien dio a conocer este atractivo natural, pues difundió varios dibujos del lugar.
Así, entonces el naturalista plasmó la estructura geométrica perfecta de las columnas verticales de basalto de cinco o seis caras y de una altura de 40 metros que decoran las paredes de la barranca de Alcholoya, por las que caen cuatro cascadas de agua, la cual proviene de la presa de San Antonio Regla, antigua hacienda de San Miguel Regla.
La entrada a este parque formado de roca ígnea incluye acceso a estacionamiento, áreas verdes, asadores, baños, juegos infantiles, canchas deportivas, albercas, regaderas, puente colgante, miradores y andadores.
El puente colgante y los miradores ofrecen al paseante la oportunidad de capturar una toma fotográfica de esta maravilla natural, un punto de referencia para conocer otros sitios cercanos de la sierra hidalguense, como la propia Hacienda de Santa María Regla, el Museo de los Duendes, diversos parques y peñas ecoturísticas.