Hola queridos lectores gracias por recibirme como cada domingo en sus hogares, aquí su servidor Eduardo Zamora como todas las semanas, pasando lista de presente, siempre con el ánimo y el deseo de dejarles un agradable sabor de boca con estas breves crónicas de nuestra Puebla querida, esperando que sean de su agrado.
En esta ocasión les voy a narrar una historia mitológica como preámbulo a esta nota semanal. El Ave Fénix, según la mitología griego egipcia; Herodoto, filósofo griego, viaja a Egipto y ahí se entera de la existencia del ave Fénix, la cual vive 500 años y al morir, envuelta en llamas renace de sus cenizas con todo su esplendor. Pues así queridos lectores, en este caso le pasó al museo exconvento de Santa Rosa de Lima, localizado en la 3 norte entre la 12 y la 14 poniente, pues permaneció cerrado por casi diez años por varios motivos: económicos, daño en su estructura, daños por temblores, remodelaciones inconclusas, cambios en la política estatal y más; como el ave Fénix, resurge con todo su esplendor en este 2019.
Así es, en este mes de enero reabre sus puertas totalmente remodelado, restaurado, redecorado, rediseñado, re etcétera, mostrándonos a los poblanos y sus visitantes todo el esplendor que encierra esta bellísima construcción novohispana, como protectora y preservadora de nuestra más bella herencia como estado, museo de artesanías, costumbres y tradiciones del estado de Puebla.
Puede interesarte: Cinco balnearios de Atlixco para disfrutar del verano
SU ACERVO
Todas las enormes salas de este recinto nos muestran un hermoso catálogo de toda la vida artesanal y tradicional de las regiones del estado, abarcando su folclor, trajes típicos, trabajos artesanales, principales festividades, ¡uf!, me pasaría horas describiendo todo lo que contiene este museo, algo bellísimo, vestuarios, danzas, fábricas artesanales… riqueza de todo el estado de Puebla, bajo un mismo techo.
Todo bellamente enmarcado en un increíble trabajo de restauración del inmueble, que por muchos años sufrió infinidad de daños, un maravilloso e increíble trabajo de restauración total.
Al hacer el recorrido por sus salas me llegaron a la mente muchos recuerdos de este museo, como aquella época de los ochentas cuando por muchos domingos se impartían talleres de artesanías aptos para toda la familia; me tocó ver y convivir con familias enteras que mientras los papás se dedicaban a su taller predilecto, los niños trabajaban en el suyo. Más de treinta oficios distintos se impartían: madera en miniatura, vitrales, alfarería, tallado en madera, tejido regional, popotillo, dulcería conventual, dibujo prehispánico, dibujo artístico, pirograbado y bisutería, entre otros.
Te recomendamos: Silencio sexual… ¡Una experiencia diferente! | EL SILENCIO TE HABLA
Lo que más recuerdos me trae es que hace más de treinta años me dedicaba a la fotografía y en una ocasión en un concurso celebrado por la ya desaparecida revista mecánica popular, se eligió una de mis fotografías para engalanar sus páginas y fue precisamente una imagen del patio principal de este museo. Fue un honor que me tocó el que la publicaran en Enero del año 1990. Bellos recuerdos, pero más bello el que, querido lector, te comprometas con tu familia a visitar este nuevo y reluciente museo pues desde luego no hay mejor manera de respirar la historia que empaparte de la majestuosa belleza de su cocina conventual, cuna del mexicanísimo mole poblano.
Agradezco por este medio las atenciones recibidas por parte del director del museo Lic. Jesús Vásquez y a mi compañero de recorrido Francisco Sánchez.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com , mis paginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, watsaps 22 12 532690, y twiter @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo, hasta la próxima.