Hola queridos lectores, espero que se encuentren bien, como lo está su servidor, contento de entregarles otra nota, siempre con el deseo de que sea de su total agrado.
Hace algunos días recibí la visita de un grupo de amigos del estado de Hidalgo, quienes me solicitaron los guiara por un recorrido para conocer el patrimonio arquitectónico de la ciudad, así como la riqueza del arte novohispano.
Y qué mejor oportunidad para llevarlos a conocer la sala de exhibición Tesoros de la Catedral, localizada en el interior de la Casa de la Cultura.
Recordé que dentro de todas las clases que debemos de atender como guías de turistas, existe un sector específico que es el turismo religioso, estos visitantes no precisamente vienen en plan espiritual, sino que son personas deseosas de alimentar su acervo cultural exclusivamente en aspectos histórico-religiosos, como templos, exconventos, monasterios y principalmente arte sacro novohispano.
A unos metros de la entrada de la increíble Biblioteca Palafoxiana se localiza la nueva ala de la Casa de la Cultura la cual está integrada por todo el segundo piso de la casa contigua, un inmueble al que su servidor recuerda como la oficina central del departamento de Tránsito hasta el año de 1974, antes de mudarse ésta a la colonia La Paz.
Este museo está formado por cuatro alas bellamente iluminadas, las cuales muestran temporalmente piezas históricas propiedad de la Catedral angelopolitana, desde imágenes religiosas de exquisita riqueza artística, documentos históricos de las oficinas de la sacristía, libros con más de cuatrocientos años de antigüedad, registros, planos, etcétera.
Esta colección también la integran pinturas, bodegones, medallones, ilustraciones, todos mostrando exclusivamente motivos religiosos novohispanos.
Al entrar y observar estas piezas, sobre todo las imágenes de bulto, uno podría pensar: ¿cuál es la novedad, si todas las iglesias tienen lo mismo? Pues no es así, al estar expuestas estas imágenes uno tiene la oportunidad de admirar la belleza y finura de sus detalles, pues no es lo mismo observar imágenes a varios metros de distancia y a considerable altura, que el admirarlas en detalle a unos cuantos centímetros de distancia, a la altura de nuestra vista y además, algo muy curioso, el poder observarlas por su respaldo, es increíble el ver que la misma calidad de detalles que muestran al frente, se puede observar por detrás, una oportunidad única, lo mismo con las bellísimas pinturas al óleo, de las cuales es posible hasta poder observar las pinceladas, y en pinturas de hasta varios metros cuadrados de tamaño.
También y de forma permanente, está una sala exclusiva dedicada a mostrarte la historia de la Catedral angelopolitana, con planos, dibujos, croquis y sobre todo una impresionante maqueta de la Catedral, tan finamente detallada, que es imposible el dejar de admirarla, claro, totalmente realizada en tecnología 3D, tampoco hay que negarle su mérito a la tecnología del siglo XXI.
Así es mi querido lector, cuando tengas la oportunidad, visita este pequeño gran museo en el interior de la Casa de la Cultura, dudo muchísimo que en alguna otra ciudad del país tengas la oportunidad de admirar a tan pocos centímetros arte sacro de más de cuatrocientos años, algo único en México.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com, mis páginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, WhatsApp: 22 12 532690 y Twitter: @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. Hasta la próxima.