IXTACAMAXTITLÁN, Puebla.- Con la vista que le da su ubicación a 300 metros de altura, sobre un risco, el exconvento de San Francisco se ha convertido en uno de los puntos religiosos y turísticos más importantes de este municipio, además de ser de las pocas construcciones religiosas que existen en nuestro país con las características históricas y de construcción de este, que se yergue en medio del terreno semidesértico de esta demarcación.
Llegar al poblado de Tlajomulco, a unos 90 kilómetros de la ciudad de Puebla y muy cerca de su cabecera municipal, San Francisco, no solo significa encontrarse con paisajes muy contrastantes de la orografía poblana, sino también tener la oportunidad de visitar esta iglesia ubicada sobre un risco de 300 metros de altura.
Siguiendo el estilo arquitectónico del tiempo de la conquista, esta iglesia no puede esconder la repetición de la doble águila austriaca que, según algunos cronistas e historiadores locales, hacía alusión al príncipe Maximiliano, que gobernó México como emperador.
También destacan las grandes pinturas que adornan las paredes, que solamente resaltan el estilo barroco, así como el resto de los ornamentos religiosos al interior de esta iglesia, que se terminó de construir alrededor del año 1622.
Tradicionalmente, sus puertas están abiertas solamente el 5 de octubre, cuando a esta iglesia le llega su fiesta; algunos pobladores señalan que quizás es una forma de resguardar las antiguas tradiciones, las que se veneraban antes de la conquista, porque está ubicada en un cerro sagrado dedicado, entre otros, a la caza, la guerra, la esperanza y el fuego.
Es irónico pensar que esta iglesia que, en su época, fue el centro religioso más importante del municipio, hoy muestre signos notorios de abandono y deterioro, muy lejos de la imponente imagen que tenía tiempo atrás, cuando llegó a lucir la techumbre de dos aguas y de teja que tenía, así como el artesón con capillas laterales, también quedaron en la memoria sus columnas de madera y su estructura a tres naves.
Entre los siglos XVII y XVIII, se convirtieron los templos más importantes, a tal punto que se hizo una misión especial de la orden de los franciscanos, por lo que se abrió una especie de convento para esta orden religiosa que llevaba su mensaje evangelizador por la zona centro y norte del país. No muy lejos de ahí hay zonas donde prevalecen algunos vestigios arqueológicos prehispánicos.
MÁS ACERCA DE IXTACAMAXTITLÁN
Esta demarcación, reconocida como municipio libre desde 1895, tiene entre sus momentos históricos más importantes el que en 1519, cuando era gobernada por el Rey Temamascuicuil, fue el año del paso de Hernán Cortés por estas tierras procedente de Zempoala y con rumbo a Tlaxcala; el rey nahua brindó hospedaje al conquistador español por tres días, tiempo en que le dio regalos.
Desde entonces empezó la cristianización de los habitantes del lugar y el rey fue bautizado con el nombre de Francisco Temamascuicuil. Tal fue la importancia de estos lugares, que sirvió como límite al obispado de Puebla, en 1550. Incluso llegó a ser pueblo del obispado a fines del siglo XVI.
ATRACTIVOS TURÍSTICOS
Entre los lugares a visitar está la iglesia parroquial dedicada a San Francisco de Asís y que data también del siglo XVI; está ubicada en la cabecera municipal.
En esta zona se han encontrado variedad de objetos de gran tamaño, labrados en piedra y que datan de la época precolombina, algunos de ellos preservados en el museo local.
La comida tradicional es mole de guajolote, barbacoa y escamoles; se bebe aguardiente y mezcal.
CÓMO LLEGAR
Este poblado se ubica aproximadamente a dos horas y media en auto desde la ciudad de Puebla, la ruta más rápida es por la carretera de cuota 140D Amozoc / Perote