Hola queridos lectores, gracias por recibirme en sus hogares, nuevamente y como es mi compromiso, aquí les entrego esta nota dominical, siempre con el deseo de que sea de su agrado; en esta ocasión, les voy a narrar algo, que tengo la seguridad no estaban enterados: billetes poblanos. Comencemos.
Durante la semana pasada realicé una de mis acostumbradas caminatas por estas calles angelinas y mis pasos me encaminaron hacia el mercado de antigüedades de los Sapos, con un fin específico, adentrarme en el mundo de los comerciantes de monedas antiguas, y cuál fue mi sorpresa, que me enteré de que en algún momento de la historia hubo billetes de circulación legal, netamente poblanos, bueno, digamos que ya estaba medio enterado, y todo está relacionado con el edificio de Protocolos, así llamado por muchos años, localizado en la esquina nororiente del zócalo, en la esquina de la 2 Norte y Juan de Palafox.
Este bello edificio -según crónicas- fue construido en el año de 1900, aunque algunos datos indican que se inicia a construir hasta 1904, en lo que sí coinciden las crónicas es en su inauguración, en el año de 1908, siendo presidente Porfirio Díaz y como gobernador Mucio Práxedes Martínez, diseño de los arquitectos Carlos Bello y Acedo y Alfredo Giles, para ser sede del Banco Oriental de México, institución que ya funcionaba en la ciudad de México desde el año de 1900, cambiando su matriz a este bello inmueble en la misma fecha de su inauguración.
Este banco tuvo una vida muy efímera, pero así mismo fue su importancia, pues era una de las instituciones consentidas por don Porfirio, tan es así que les autorizó a emitir monedas y billetes de curso legal, llegando a su fin en el año de 1916, cuando lo expropia el gobierno carrancista, llevándolo a la quiebra.
Durante su efímera vida imprimió billetes con simbología poblana casi en su totalidad.
Y es aquí donde fue mi sorpresa al conocer billetes poblanos, de las nominaciones más bajas, de un peso, de dos, y de cinco, existiendo también billetes de 20 pesos, de 50, de 100 y los más conocedores afirman que se imprimieron de 500 y de mil pesos, que de llegar a existir tendrían un valor actual estos últimos de 3 mil a 5 mil pesos, dependiendo del estado en que se encuentren, y como detalle curioso, todos tienen al frente la imagen de Esteban de Antuñano, y al reverso, el escudo de Puebla.
El edificio pasó a manos del gobierno estatal en los años 20s, pasando a ser distintas oficinas de gobierno, seguramente recordarás que por muchos años en el quicio de su entrada principal tenía la leyenda “oficinas superiores”.
Para complementar esta nota te explico querido lector, las categorías en las que se avalúan las monedas mexicanas, la primera categoría son las monedas novohispanas y hasta finales de la época juarista, aproximadamente los años 1870, la segunda categoría son las monedas porfiristas, desde esta década, hasta 1911, la tercera serían las monedas post revolucionarias, hasta 1970, cuya principal característica, es que son billetes que se imprimieron en los Estados Unidos, y la última, son los posteriores a 1971, hasta la fecha, billetes ya impresos en México.
Cada época tiene sus monedas de valor comercial y sus excepciones, monedas con características muy específicas, por su rareza, por su escasa existencia, por su efímera edición, por el estado en que se encuentran, pero todas tienen valor numismático, todas son dignas de colección, y no hay nada más hermoso que formar tu colección compartiendo tu entusiasmo con tu familia, pues al fin y al cabo, estás formando una herencia la cual formará parte de su patrimonio, y qué mejor que el saber que una colección sirvió de pretexto para la integración de tu familia.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención. Mi correo a tu disposición: profelalo2002@hotmail.com. Mis páginas: Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora. WhatsApp: 22 12 532690 y Twitter: @elbaronrojo62. Se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo. ¡Hasta la próxima!