Hola queridos leyentes, gracias nuevamente por permitirme entrar a sus hogares en este lluvioso mes de junio. En esta entrega les voy a narrar la historia de un inmueble que ya es icónico en la zona de Los Fuertes, al norte de la ciudad de Puebla; me refiero a un enorme edificio con forma piramidal, el planetario astronómico.
UN PLANETARIO SIN PLANETARIO
Un título un poco extraño ¿verdad?, pero así fue. La historia comienza en el año de 1982, siendo gobernador del estado Guillermo Jiménez Morales; su departamento de Infraestructura, siguiendo la moda de todo gobernante, adquiere a la canadiense IMAX un proyector parabólico de películas, esto es, que se reproduce en una pantalla esférica, produciendo una imagen de 140 grados horizontalmente y 104 grados verticalmente, es el producto de una nueva tecnología desarrollada por esta empresa.
Siendo la moda de la tecnología, ya que en esas fechas existía un solo planetario con este proyector, el de Tabasco, el gobierno de nuestro estado no se podía quedar atrás, por lo que a finales de 1982 lo adquiere a la empresa Imax, que hace entrega del nuevo y flamante proyector, embalado en más de ocho cajas de madera. Pero… ¡Oh sorpresa!, ¿y dónde lo instalamos? Faltaba un pequeñísimo detalle: ¡no había planetario!.
UN PEQUEÑO OLVIDO CUALQUIERA LO TIENE
Así es, ¿qué te parece, querido lector? Al gobierno del estado se le traspapeló la orden de diseño y construcción del edificio, pero al departamento de compras no se le olvidó comprarlo, así que se presentan los camiones de la Imax a la zona de Los Fuertes, donde solamente encuentran árboles y nada de edificio, ¿y qué dijeron los encargados de la entrega?, pues aquí se los dejamos y ya que tengan un edificio construido, nos avisan para instalarlo. Entonces… simplemente descargaron el descomunal aparato, embalado en sus cajas de madera, en medio de los árboles.
¿Y EL PLANETARIO APÁ?
Pues, aunque no lo creas, el aparato estuvo abandonado a las inclemencias del tiempo y al vandalismo por casi un año; fue hasta finales de 1983 cuando el único que se preocupó por este aparato fue el profesor del Tecnológico de Puebla, Germán Martínez Hidalgo, doctor en matemáticas y astronomía, quien logra conseguir una entrevista con el Gobernador y este le promete la construcción del inmueble.
Pero con una condición: el gobierno haría la obra negra y acabados del inmueble, pero el profesor se encargaría de todas las instalaciones necesarias, eléctricas, electrónicas, mecánicas y operativas, negándole todo recurso faltante. Incluso el profesor, de su bolsa, compró un juego de lonas para cubrir las cajas que contenían el proyector, para protegerlo de las inclemencias del tiempo. Las cajas más pequeñas fueron resguardadas en las instalaciones del Tecnológico de Puebla, en el laboratorio de electricidad y el taller de máquinas y herramientas.
LOS QUE COLABORAMOS
Fue hasta 1984 cuando, ya terminado el inmueble, el profesor Germán nos pide ayuda y colaboración a todos los estudiantes de ingeniería del Tec: los mecánicos, los eléctricos y los electrónicos, entre los que un servidor se encontraba, para participar en las labores de instalación de los servicios del nuevo y flamante Planetario.
A su servidor, junto con un grupo de amigos, nos tocó la parte de la instalación del sonido: un majestuoso amplificador de estadio de la marca PARAMOUNT, importado directamente de la meca del cine, Hollywood, California; además de un juego de 74 bocinas con una nueva tecnología de sonido de suspensión de aire, llamado comercialmente “sonido sensorround”.
LA INAUGURACIÓN
Fue a finales de 1984 cuando por fin el magno proyector OMNIMAX tuvo su casa; ya instalado, fue inaugurado con la presencia del presidente Miguel de la Madrid.
38 AÑOS DESPUÉS
Hoy tristemente me di cuenta de que lo que presumíamos en nuestra juventud ya se encuentra en desuso, pues el flamante proyector OMNIMAX yace dormido en los brazos del recuerdo, como un ejemplo de que el tiempo nada perdona, y este bello y enorme aparato no se salvó: ya no es más que un mudo testigo del avance de la tecnología; aunque es totalmente operable, ya no se utiliza.
EL PLANETARIO DEL SIGLO XXI
Hoy en día el planetario ya es nuevamente un dechado de la tecnología actual: computadoras, proyectores digitales, sistemas de sonido computarizados, iluminación por LED, películas descargadas por internet, ¿qué les tocará ver a sus actuales controladores dentro de 38 años? Solo Dios lo sabrá.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos el próximo sábado.