En el municipio de Motul, Yucatán sucedió algo insólito, unburro fue secuestrado y pedían mil pesos de rescate.
Según su dueño, Gilberto Canul, alrededor de las cuatro de lamañana del lunes recibió una llamada telefónica, en el que unavoz masculina le advertía que “si quería volver a ver al animaltenía que entregar mil pesos”.
A Filemón, como le nombró a su burro de color café, un animalmuy querido por la familia, se lo habían llevado del patio de sucasa.
El ladrón llamó por segunda vez para explicarle que debía ira un parque cercano a entregar el dinero, pero debía ir solo, delo contrario no volvería a ver al burro.
Gilberto, sorprendido por los hechos, decidió juntar el dineroe ir al lugar, no sin antes hablar con la policía municipal.
Una vez respaldado por policías, acudió al lugar, entregó eldinero a Luis Rodrigo Tec y con las manos en la masa fue atrapadoel responsable, quien justificó que se encontró a Filemóndeambulando por la calle, pero no pudo argumentar cómo dio con elnúmero telefónico del dueño.
Finalmente, el ladrón quedó en libertad, pues el dueño deFilemón no interpuso denuncia ni cargos.
