Hola queridos lectores, en esta ocasión y con motivo de los festejos de la fundación de nuestra ciudad en este mes, les voy a narrar la historia de un germano-poblano que nos dejó un gran legado a todos los que habitamos esta ciudad, me refiero al señor Hugo Adelbert Henry Leicht Meyer (1881- 1952), mejor conocido por todos nosotros como Hugo Leicht. ¿Pero quién fue este señor?
El señor Hugo Leicht, nació el 27 de Agosto del año 1881, en la ciudad alemana de Hamburgo, historiador alemán, estudió lenguas clásicas llegando a dominar el latín, el griego, inglés, francés, español, turco y árabe, y una vez radicado en México, el náhuatl, y el otomí, obtuvo un doctorado en lenguas, además de estudiar pedagogía, botánica y filosofía, (ah bárbaro).
Nada más para ampliar sus conocimientos en botánica y lenguas balcánicas, emprendió una travesía desde su tierra natal, Hamburgo, hasta las islas Canarias, a pie.
Es en este lugar donde lo sorprende el inicio de la Primera Guerra Mundial, lo que lo obligó a tomar la decisión de viajar a América, en compañía de su señora madre, Edelheid Emma Meyer, quien lo acompañó hasta la ciudad de Guatemala, ahí logra colocarse como director del colegio de la colonia alemana en esa ciudad, puesto que ocupó hasta 1918, en ese año, parte hacia la ciudad de Puebla, donde también se coloca como profesor de la naciente escuela de la colonia de residentes alemanes aquí en la ciudad, como profesor de francés, inglés, alemán, cálculo, geografía, física y matemáticas, hasta el año 1922, se retira, se interesa por leer revistas y documentos sobre la historia de Puebla, y es en ese momento, que le nace el amor por nuestra ciudad.
¿ El resultado?, la magna obra que heredamos los poblanos “ Las Calles de Puebla “, libro que recopila, calle por calle, las historias de cada casa, mansión, vecindad, familias, personajes del centro histórica de nuestra ciudad, y todo dato histórico digno de ser recordado.
Este libro vio la luz la Navidad del año 1930, 8 años le llevó al señor Leicht el recopilar, ordenar, clasificar, redactar y editar su obra de 552 páginas; lo triste: el libro no fue publicado sino hasta el año 1936, a pesar de tener fecha de publicación 1934.
En 1930, mismo año en que terminó su obra, y gracias a sus estudios, se convierte en el editor de una revista de la época que se llamaba “Puebla “, en dicha revista, escribe artículos históricos de la ciudad, inclusive logrando definir perfectamente y gracias a sus investigaciones, la fecha exacta de la fundación de la ciudad, fue tanto su entusiasmo por esta, que se vuelve el promotor oficial de los festejos del cuarto centenario de su fundación que se celebrarían en Abril de 1931.
Esto motivó a que un grupo de empresarios, financiaran el monumento a los fundadores de la ciudad, y la enorme placa de talavera que está en el costado de la Santísima, entre estos señores estaba el señor Bernardino Tamariz Oropeza.
Gracias a sus editoriales, y a sus estudios, el gobernador Leónides Andreu Almazán, y al notario Miguel Marín Hirschman, Hugo Leicht, es nombrado director de la biblioteca Palafoxiana, labor que desempeñó con tanto esmero que logra el solo y con ayuda de la secretaria particular del señor notario Hirschman, hacer un catálogo de libros tan perfecto que este mismo es el que se utiliza actualmente para llevar el control de los libros ahí resguardados.
En 1933 fallece su señora madre, y con muy limitados recursos logra sepultarla en el panteón francés de esta ciudad, se retira de su labor en la biblioteca Palafoxiana, y a expresa invitación del consulado alemán, le ofrecen trabajo en áreas pedagógicas en Alemania, pero ignorando los consejos de sus amigos, acerca del avistamiento de la segunda conflagración mundial, este pone oídos sordos, y parte hacia Europa en el año 1939.
Llega a Alemania a trabajar en el Instituto Hispano Americano de Berlín, pero llegó únicamente, para vivir el horror de la Segunda Guerra Mundial, se pierde contacto con el señor Leicht, y no se llega a saber de él, sino hasta el año de 1947, en que le envía una carta a su amigo el señor Hirschman, solo para informarle que se encuentra en Hamburgo, internado en un hospital, se ignora de que padecimiento, después de ser investigado por presuntos vínculos con los nazis, y al encontrársele inocente encuentra trabajo en la universidad de Hamburgo, lugar en el que recibió una copia de su libro “ Las Calles de Puebla“.
Es en este punto donde se le pierde de nuevo contacto, hasta el año 1951, en que le escribe a su amigo miguel Marín Hirschaman las últimas líneas de su última carta : “me siento tan desgraciado, solo y abandonado”, el señor Hugo Leicht, entrega su alma al creador el 15 de agosto de 1952, es en el año 1965 en que a petición del regidor Luis Sánchez pontón, se aprueba que el cabildo realice el traslado de sus restos a esta ciudad, siendo así su arribo en el año de 1966, y son colocados junto a los de su señora madre, aquí en el Panteón Francés, sitio donde reposan hasta nuestros días.
Antes de fallecer el señor Leigth, deja estipulado que su libro es propiedad de los poblanos, motivo por el cual lo puedes descargar gratuitamente de internet.
Ojala y algún día los poblanos conozcamos alguna plaza pública que lleve el nombre de tan distinguido poblano-germano, o al menos una avenida, pues bien que se lo merece.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, agradezco el favor de tu atención, mi correo a su disposición profelalo2002@hotmail.com, mis paginas Eduardo Zamora Martínez y Lalo Zamora, watsaps 22 12 532690, y twiter @elbaronrojo62, se despide de ustedes su amigo El Barón Rojo, hasta la próxima.
