¿A quién no le choca que le dé hipo? La verdad es que este es sumamente molesto y cuando nos agarra por más tiempo del que podemos soportar ya queremos hasta saltar sobre la cama, mientras aguantamos la respiración y damos una marometa; o aplicamos la de taparnos la nariz y tomar agua a pequeños sorbos mientras estamos de cabeza -así lo hacía yo de chiquita- o le pedimos a quien esté cerca que nos dé un susto, pero es difícil que nos tome desprevenidos… en fin, hacemos cosas que resultan a veces bastante cómicas.
A pesar de que al durar un poco más de lo normal nos pone de mal humor y a veces provoca que ya hasta nos duela la barriga, normalmente es benigno, no causa mayores problemas y se puede remediar, casi siempre, con todas las recetas caseras ya conocidas que, aunque no lo creas, tienen algo en común: estimulan el nervio vago, según nos explica Eduardo López Villalobos, especialista en urgencias médico quirúrgicas y coordinador del servicio de urgencias de la UPAEP.
¿QUÉ ES EL HIPO?
El especialista detalla que el término médico con el que se conoce es “singulto” y es el resultado de las contracciones involuntarias y repetidas del músculo diafragma, que está abajito de las costillas y de los músculos intercostales, que a su vez lleva a la rápida entrada de aire a los pulmones por milisegundos y posteriormente al cierre brusco de la glotis (abertura superior de la laringe, delimitada por las dos cuerdas vocales), que es lo que provoca el ruido que hace el hipo.
LAS CAUSAS MÁS COMUNES
Este no tiene ninguna función, ni nos ayuda a nada y se produce por diferentes causas, generalmente no es producto de ninguna enfermedad. Lo más común es que se presente por la distención gástrica (o agrandamiento del estómago), por ingerir muy rápido los alimentos o cuando se llega a llenar de aire debido, por ejemplo, al consumo de bebidas con mucho gas, o sea, por tomar refrescos.
También puede dar hipo por la ingesta de alcohol, por comer demasiado, por un susto a una emoción repentina o después de operaciones abdominales, debido a la anestesia o a que el médico manipula, mueve de lugar las vísceras, y esto puede provocarlo cuando el paciente despierta.
Los remedios tradicionales normalmente sí sirven, comenta el médico, porque lo que se debe hacer es estimular el nervio vago o neumogástrico, el que regula el movimiento de la vía digestiva y de los pulmones, y el tomar agua rápidamente, aguantar la respiración, un susto repentino, pueden ayudar a que se quite cuando es benigno.
- Leer más: Fin de semana entre viñedos de Querétaro
Otra forma es cerrar los dientes y presionar fuerte la lengua contra estos y eso hace que se estimule el mencionado nervio para provocar que regrese al movimiento normal el diafragma y se retire el hipo. Generalmente puede durar minutos, hay veces que algunas horas, pero hay a quienes sí les puede durar más tiempo.
¿QUÉ PASA CUANDO ES HIPO PERSISTENTE?
Cuando ya tenemos hipo por más de un día, entonces se le llama persistente y en esos casos ya puede ser el aviso de algún problema o de otra patología, generalmente de tipo gástrico, por ejemplo, el reflujo gastroesofágico, la hiperacidez estomacal, el esófago lleno de aire, todas estas pueden provocarlo y no se va a quitar si no les ponemos remedio, indica el entrevistado.
En términos generales no es algo maligno, sí es molesto y desesperante, pero si lo tenemos frecuentemente o nos tarda mucho tiempo, podría llegar a provocar el desgarre de los músculos del diafragma, los intercostales o hasta el esófago por tanto movimiento; ese sería el peligro del hipo constante, pero no podría causar la muerte a menos que se dé un desgarre esofágico que sea importante y provoque una hemorragia digestiva, entonces sí podría ser peligroso, advierte.
Generalmente si está presente unos minutos o unas pocas horas no sucede nada, pero si ya probó por sus medios naturales y no mejora, entonces hay que acudir al médico, porque ya habrá que establecer otro tipo de tratamiento, recomienda. Y es que, aunque no es muy común, podría existir incluso algún tumor en el estómago, el esófago, el diafragma, el abdomen o en la zona del nervio vago, por eso es importante checarse.
CUANDO TE MANDA AL HOSPITAL
Hace algunos días se difundió la noticia de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue a dar al hospital debido a un ataque de hipo persistente que le duró 10 días, provocado por una obstrucción intestinal. En estos casos el aire no puede pasar hacia abajo, entonces se regresa para arriba, llena el esófago o el estómago y esto desencadena el hipo, explica Eduardo López Villalobos, profesional de la salud especialista en urgencias médico quirúrgicas.
EL TRATAMIENTO PARA HIPO PERSISTENTE
Cuando un paciente llega al hospital con este problema, lo primero que hacen los doctores es darle medicamentos como la metoclopramida, que es el más común; se trata de un procinético, es decir, que acelera el tránsito gastrointestinal y refuerza el esfínter esofágico inferior: cierra la entrada entre el estómago y el esófago para que no se esté regresando el aire, empujarlo hacia abajo y esto ayuda a que el diafragma trabaje bien, indica el entrevistado.
Añade que hay otros medicamentos que se le pueden dar que son antidepresivos, los cuales ayudan a tranquilizar el nervio vago o disminuir su estimulación para que se retire el hipo, pero puede darse el caso de que el paciente no responda a ese tratamiento tomado y tendrían que llegar a hacerle un procedimiento que consiste en picarle el diafragma o el nervio vago con una aguja con lidocaína para adormecerlo, tranquilizarlo e inhibir que se estimule en forma exagerada el movimiento.
A lo mejor se podría hacer una endoscopía, porque generalmente son situaciones del tracto digestivo superior, el esófago y estómago; con eso quizá se encuentre que el paciente tiene esofagitis, reflujo, hernia hiatal, un tumor en el estómago, en el esófago o alguna otra patología, gastritis, úlceras, estas son las causas más comunes del hipo persistente, aunque podría haber alguna otra enfermedad no muy frecuente que provoque este tipo de problema.
LA RECOMENDACIÓN
El doctor López Villalobos enfatiza que no debemos confiarnos, porque puede darnos el hipo y a lo mejor pensamos que no nos va a pasar nada, y eso es lo más seguro, pero incluso hay quienes se han llegado a suicidar por el hipo, porque les da crónicamente, les dura varios días o hasta una semana; se les quita, les vuelve a dar y no le encuentran la causa.
Ante estas situaciones, si vemos que con los remedios naturales en casa no se quita, hay que acudir con el médico para investigar a qué se debe. Es mejor tener cuidado y revisarse, porque si es una enfermedad leve, como reflujo gastroesofágico o gastritis, son tratamientos muy sencillos que van a evitarnos este problema. Se habla de que una de cada 100 mil personas puede llegar a tener hipo crónico, concluye.