¿Cuántas cosas hemos escuchado acerca de los perros que creemos que son verdad?, que si ven en blanco y negro, que si se deben cruzar para no causarles traumas, o que si un año de ellos equivale a siete de nosotros, entre muchos más.
Para corroborar o desmentir ciertos mitos que tenemos en torno a nuestros peludos y que llevamos años escuchando entrevistamos a Paola Castañeda, médico veterinario especialista en Etología y Medicina Integrales de Om Canin, quien refutará las invenciones más famosas acerca de nuestras mascotas.
1. SE DEBEN CRUZAR AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA
¡FALSO! Es común la creencia de que se deben cruzar para evitar traumas, depresiones o enfermedades, pero los perros no tienen la necesidad de tener descendencia ni mucho menos tienen sentimientos de lujuria. El macho debe de ser estimulado por una hembra en celo para activar esta respuesta instintiva y si no hay tal estímulo, no existe la respuesta reproductiva.
La reproducción es una necesidad biológica ligada a la conservación de una especie y no todos en la naturaleza la tienen. Para que un macho sea apto para reproducirse influye su genética, su desarrollo y capacidad de adaptación. Por otro lado, el hecho de cruzar a los machos no hará que se tranquilicen o sosieguen, más bien sucederá lo contrario.
Tampoco existen problemas de salud ni de comportamiento ligados a esto. Entonces ¿por qué mi perro monta a otros caninos o incluso a humanos? Esto está ligado a factores como estrés, ansiedad, expresiones de dominancia, entre otras.
2. SU VISIÓN ES EN BLANCO Y NEGRO
¡FALSO! Ellos también pueden ver el mundo a color, pero no precisamente en los mismos colores que vemos los humanos. La gama cromática de los perros es más reducida; mientras que nosotros vemos tres colores primarios, ellos pueden ver dos: azul y amarillo.
Su visión podría compararse con la de un daltónico que no distingue el rojo y el verde. Es por eso que, si tú le compras una pelota roja a tu perro y se la arrojas al pasto, él tardará más tiempo en encontrarla debido a que ve la pelota y el pasto prácticamente del mismo color.
3. UN AÑO DE VIDA DE UN PERRO EQUIVALE A 7 DE UN HUMANO
¡FALSO! El crecimiento y envejecimiento de los perros varía según la genética, como su raza o tamaño, así como del estrés oxidativo y el estilo de vida.
En realidad, ese concepto nació por la necesidad humana de comparar todo con nosotros o con lo que conocemos, sin embargo, no podemos cotejar a ciencia cierta el proceso degenerativo entre una especie y otra debido a que su fisiología, anatomía y metabolismo son completamente diferentes.
Lo que sí podemos determinar es la línea de vida bajo un rango que, cómo ya se mencionó, va a depender de muchos factores como la alimentación o estilo de vida en general; un perro actualmente vive entre 10 y 20 años, aunque hay registros de algunos que han vivido ¡hasta 30 años!
4. LOS PERROS SE COMEN LA PARED POR FALTA DE CALCIO
¡FALSO! Este tipo de comportamientos tiene origen conductual. Normalmente cuando nuestro perro es cachorro tiende a probar con sus dientes las texturas de todos los objetos y superficies que tiene a su alcance, para después centrarse en los más apetecibles o que lograron despertar mayor interés en él.
En caso de que el padecimiento se siga presentando en su etapa de adulto, podríamos decir que sufre un trastorno conductual llamado “pica”, que se define como: “consumo oral de objetos o sustancias no comestibles, que se presenta durante un periodo prolongado de tiempo”. Si tu perro realiza esta actividad frecuentemente no dudes en consultar a un profesional de la salud animal.
5. A CIERTAS RAZAS ES NECESARIO CORTARLES COLA Y OREJAS
¡FALSO! Esto es simplemente algo estético y de ego humano, actualmente no tienen ninguna funcionalidad. En la antigüedad los perros cumplían funciones zootécnicas (de trabajo en función a su raza y capacidad) como el pastoreo, cacería, ganadería, etcétera.
Según registros históricos, el corte de cola y orejas era realizado para mejorar la funcionalidad del trabajo en perros, principalmente cazadores, ya que al confrontarse con otros animales estos puntos sangraban tanto, que podían llevarlos a perder la batalla; después se integró a las peleas de perros y más adelante se conservó como un procedimiento estético.
Esto es completamente innecesario, no es más que una mutilación que afecta la movilidad natural y la salud del perro. Al cortarle la cola a un animal se altera su lenguaje corporal y dificulta la comunicación efectiva con los demás individuos de su especie. Por otra parte, la mutilación es considerada como un acto de violencia y maltrato, por eso en muchos países está prohibido.
- El corte de cola y orejas en perros antiguamente era realizado para mejorar la funcionalidad de su trabajo, principalmente como cazadores; hoy en día se considera maltrato