Vencer los miedos | CONSTRUYENDO MI FELICIDAD

No dejamos de afrontar las adversidades porque sean difíciles, sino que son difíciles porque no las afrontamos

MARA RODRÍGUEZ MASDEFIOL / Psicóloga tanatoterapeuta*

  · jueves 21 de febrero de 2019

El Miedo es una señal de alarma básica que, cuando es saludable, nos anima a desplegar todos los recursos para superar un reto. Sin embargo, cuando se presenta en exceso llega a paralizarnos. El miedo es una emoción, estas nos ayudan a tocar necesidades y, por ende, a movernos. Aceptar la presencia del miedo, contrastarlo y afrontarlo es la manera de convertirlo en un gran aliado y evitar que te llegue a colapsar.

ASUME QUE ESTA AHÍ

Reconoce que lo estás sintiendo y que ello puede tener su función. Sentir miedo es algo natural y si surgió, seguramente hay un motivo para que se haya dado. ¿Podrías conocer para qué te está sirviendo?, ¿de qué forma el miedo te está ayudando?, ¿qué función está cumpliendo dentro de tu sistema?, ¿cuál es la necesidad que tienes que trabajar?, seguridad, hacer algo diferente, prever algo, etcétera.

NO SE PUEDE CONTROLAR TODO

¿Cuántas veces te has colapsado?, ¿eso te ha impedido hacer lo que querías hacer?, ¿cuántas veces has evitado hacer cosas que te apetecía?, vivimos en una falacia de que podemos controlar todo y no nos gusta que las cosas se salgan de control, porque esto nos puede llevar a salir de nuestra zona de confort, lo cual nos puede generar ansiedad y el tener que hacer cosas distintas que requieren de grandes esfuerzos.

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CÉNTRATE EN LA PEOR FANTASÍA

El miedo es una de las cuatro emociones básicas que nos acompañan junto con el enojo, la alegría, el amor, la culpa, la vergüenza, y la tristeza. Tiene la función de protegernos ante los peligros que pueden rodearnos, si no lo sintiéramos funcionaríamos como psicópatas, que tienen sus emociones aplanadas, o estaríamos exponiéndonos a situaciones de peligro todo el tiempo.

Para cuando tengas miedo hay un ejercicio: escribe durante media hora cada día todos los pensamientos catastróficos sobre lo malo que te puede ocurrir, observa si acaso se han hecho realidad y luego escribe cómo puedes prevenir esa situación que te genera miedo. Practícala varias veces y verás como te vas a sentir más tranquilo cuando te des cuenta que no son cosas reales, sino solo pensamientos que te provocan sentimientos.

NO DEPENDER DE TU ENTORNO

Cada vez que alguien te ayuda a hacer algo porque tienes miedo, tu capacidad de enfrentarte a esas situaciones por ti mismo disminuye. Reconoce tu miedo, permite que se manifieste e irá desapareciendo, como lo hacen el resto de las emociones primarias cuando encuentran un espacio para ser expresadas.

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Séneca nos recuerda que “no dejamos de afrontar las adversidades porque sean difíciles, sino que son difíciles porque no las afrontamos.”

NO LOS EVITES, CONFRÓNTALOS

la imaginación es peor que la realidad, así que procura revitalizar tus temores. “Llevo las heridas de todas las batallas en las que no he participado”, escribía Fernando Pessoa. “Situación evitada, miedo agrandado”, tenlo muy presente. Nos da miedo sentir miedo, o tenemos miedo al miedo. Cuando este es de gran utilidad para movernos y resolver una necesidad. No tratemos de evitarlo, mejor utilicémoslo para resolver situaciones no resueltas y convirtámoslo en nuestro mejor aliado y consejero.

AMPLÍA MÁS TU PERCEPCIÓN

El miedo reduce tu visión de la realidad, intenta ampliarla fijándote en cómo actúan y viven las personas que estaban a tu alrededor. ¿Tienen miedo?, ¿tienen problemas?, ¿qué hacen ante situaciones complicadas y adversas?, ¿cómo las resuelven? Mantén una actitud curiosa hacia los demás e interésate por cómo son y cómo reaccionan.

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DISTINGUE EL TIPO DE MIEDO

Debemos tener en cuenta que existe un miedo primario y otro que se deriva de la fantasía y de la excesiva preponderancia de la razón, ¿en qué se distinguen? El primario lo desencadena un estímulo externo amenazante que puede atentar contra la vida; el otro es provocado por nuestros pensamientos. El primero es adaptativo, nos protege; el segundo nos paraliza y nos impide actuar, este es el que debemos vencer. A veces también podemos confundirlo con ansiedad, pero no toda ansiedad es miedo; esta puede ser la expresión de otras emociones silenciadas y afecta de forma más general al cuerpo.

RECUERDA: ES SOLO MIEDO

Es una emoción que como ya vimos, utilizada a nuestro favor, nos ayuda a resolver necesidades y a salirnos de nuestra zona de comodidad; muchas veces es necesario hacerlo porque la vida está en movimiento constante, y si yo no me muevo, la vida se encarga de hacerlo, entonces nos podemos dar cuenta de que el miedo es una herramienta para ver que ya necesitamos movernos, expresarnos o hacer algo diferente a lo que siempre hacemos, desde modificar un pensamiento hasta una o muchas acciones.

TIPOS DE MIEDO

  • Primario: lo desencadena un estímulo externo amenazante que puede atentar contra la vida, es adaptativo, nos protege.
  • Fantasioso: es provocado solamente por nuestros pensamientos y nos paraliza; este es el que debemos vencer.

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