Antes que todo quiero saludarte y desearte que estés teniendo un día increíble. Cada semana que escribo me pongo a pensar en cómo poder darte algo de valor que te sirva para tu vida personal, familiar, empresarial y por supuesto espiritual, y en esta ocasión quiero enfocarme en agregar valor a tu vida personal, ¿sabes? A lo largo de nuestra vida todos y cada uno de los seres humanos hemos sido lastimados, traicionados y muchas veces profundamente heridos, y eso ha provocado que nos alejemos y nos refugiemos en nuestro trabajo, en nuestras propias emociones o inclusive pongamos una careta de que todo va bien, pero no es así.
El título que elegí hoy es porque escuché una plática y me impactó esta frase: “Vulnerabilidad igual a crecimiento”, te preguntarás qué quiere decir… déjame te explico un poco más a profundidad.
Según el diccionario, vulnerabilidad se refiere al comportamiento humano ratificado en la variación de actitudes, perdiendo o no un poder o dominio, es decir, cuando estás vulnerable estás sin defensa, algo o alguien te puede hacer daño.
Y es que ser vulnerable es como estar sin defensa alguna, como exponerte a algo. Hoy en día lo que menos queremos como seres humanos es exponernos a algo que probablemente nos pueda lastimar, herir o incluso nos pueda hacer sentir mal. Pero ¿por qué pasa eso? Como te comentaba, todos en nuestra vida o nuestro pasado tenemos experiencias que nos han marcado, que nos han lastimado o nos han hecho ser personas mucho más desconfiadas.
Tenemos que saber que para poder crecer en cualquier área en algunas ocasiones tenemos que ser vulnerables; te voy a dar un ejemplo: imagínate que quieres llegar a ser un excelente padre de familia, que quieres lo mejor para tus hijos, quieres ser el mejor ejemplo, pero cuando piensas en hacer algo diferente, existe una voz que te dice “Y si te equivocas”, “qué tal si todo te sale mal”, “recuerda lo que pasó cuando quisiste hacer algo nuevo y todos se burlaron de ti”.
Son voces que simplemente te desaniman para poder actuar y por supuesto para poder crecer, y ese miedo que sientes no te dejará crecer por miedo a salir lastimado o por temor a quedar mal delante de alguien. Sin embargo, cuando somos vulnerables, cuando nos exponemos a lo que la gente pueda decir, no importando si es positivo o negativo, es cuando se desata un camino de crecimiento.
Es por eso que el exponernos a realizar algo nuevo, a emprender una idea nueva, a abrazar aunque no lo hayamos hecho, a decir palabras de amor, aunque tiene mucho tiempo que no lo haces, se te abrirá frente de ti, oportunidades para crecer. Recuerda que el dar pasos que nunca has dado, puede provocar envidias, críticas, actitudes negativas y muchas cosas más, sin embargo, es la única manera de seguir creciendo como personas.
Si te has decidido a crecer en algún área de tu vida, llámese personal, familiar, empresarial, espiritual, tienes que exponerte y volverte vulnerable por algún momento, no importando las reacciones de la gente, sino viendo el crecimiento y el avance que puedes tener.
La vulnerabilidad puede parecer algo malo, pero si enfocamos nuestro crecimiento, solo se convierte en un escalón para llegar a otro nivel.
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