El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) abrirá de manera temporal el Altar de los Cráneos Esculpidos, en la Zona Arqueológica de Cholula, para que el público en general pueda visitarlo con motivo de las festividades a los Fieles Difuntos.
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A través de un comunicado, la dependencia informó que este sitio estará abiertos los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, en un horario de 10:00 a 17:00 horas. La entrada será gratuita.
Durante esos días será colocada una ofrenda con elementos característicos de la época prehispánica, como semillas colocadas en cajetes de barro, frijoles, maíz de colores, cacao, chile, flor de cempasúchil y amaranto, presumió.
“A las 10:00 horas del 31 de octubre se abrirá el altar al público y, a las 11:30, se realizará el conversatorio “Costumbres funerarias en la Cholula prehispánica”, en el auditorio del Museo Regional de Cholula, con la participación del investigador emérito del INAH, Zaid Lagunas Rodríguez, y del arqueólogo del Centro INAH Puebla, Sergio Suárez Cruz”, detalló.
¿Cuándo se descubrió el Altar de los Cráneos?
Por otra parte, el INAH recordó que dicho Altar fue descubierto entre 1935 y 1936 durante una jornada de trabajos arqueológicos en la zona, y se está ubicado en la plataforma noroeste de la Gran Pirámide de Cholula.
De acuerdo con información de la dependencia, se estima que este sitio fue construido en el periodo Epiclásico (900-1000 d.C.), en una época posterior al abandono del gran basamento.
Al interior del Altar se pueden observar las reliquias de dos individuos adultos, uno femenino y otro masculino, ambos con ofrendas asociadas a su género.
Del lado de la mujer hay comales, un malacate de barro, dos agujas y un alfiler de cobre con filigrana en su cabeza para el cabello. En tanto, del lado del hombre hay un omichicahuaztli, (instrumento musical parecido al güiro), puntas de flecha de obsidiana y numerosas vasijas, entre las que destaca una silbadora con pintura roja y blanca, con figuras de plumas y chalchihuites, y la representación de una figura humana estilizada, tal vez, un guerrero.
“Dicha iniciativa se convirtió en una tradición desde 1992, cuando los trabajadores de la ZAC tuvieron la idea, explicó Martín Cruz Sánchez al mencionar que esta se interrumpió en 2020, debido a la emergencia sanitaria por la COVID-19. Este año se retoma como proyecto institucional”, finalizó.