Hacia la recta final de su gestión al frente de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero considera que el trabajo de la dependencia a su cargo ha avanzado “de manera contundente y clara” en su objetivo por lograr que la cultura sea percibida como “un derecho humano” y no como “un privilegio”, tal y como “está consagrado en el artículo cuarto de la constitución”.
Esto, a pesar de las críticas que señalan que el sector cultural fue uno de los más golpeados durante el sexenio al haber destinado una mayoría de sus recursos a mega proyectos, como “Chapultepec. Naturaleza y cultura”, cuyos trabajos están a punto de concluir.
“El sector cultural no fue golpeado en el sexenio de ninguna manera, al contrario, se garantizaron los derechos culturales. Todos los apoyos a la creación fueron sostenidos e incrementados: el apoyo al teatro, el apoyo al cine, el apoyo a los museos. El dinero que se destinó a Chapultepec fue el recurso que se destina a los etiquetados, aquel dinero que repartían los diputados para proyectos que aún no sabemos cuáles eran, proyectos en los que, si se busca a dónde se fueron esos casi 30 mil millones de pesos, difícilmente se encontrará su destino”, afirma Alejandra Frausto, en entrevista con El Sol de México.
CHAPULTEPEC APORTA, NO RESTA
Con una inversión de cerca de 10 mil 500 millones de pesos, para convertir a Chapultepec en el “bosque cultural más grande del mundo”, en una extensión de 866 hectáreas, “la Ciudad de México se ha vuelto más amigable, volviendo a la cultura en parte cotidiana”.
Destacó que desde el primer día del gobierno actual se tomaron acciones, como la apertura del Complejo Cultural Los Pinos, así como la conexión de la primera y segunda sección del bosque de Chapultepec, además de decenas de metros cuadrados transformados en espacios verdes y jardines etnobotánicos y la creación de nuevos nodos culturales, como el Pabellón de Culturas Comunitarias.
Asimismo, la conexión de “la sección más agreste” a través senderos llamados “Serpientes y escaleras” en la tercera sección de Chapultepec, que conducen al parque de Cultura Urbana Parcur, y la Cuarta Sección, con 100 hectáreas, donde se creará una nueva sede la Cineteca Nacional y la Bodega Nacional de Arte y Colecciones.
“El Proyecto Chapultepec no le resta recursos a ninguna área de Cultura, por el contrario, le suma espacios nuevos a Bellas Artes con el Pabellón Escénico y a la Cineteca Nacional. Se considera la infraestructura cultural como un espacio que debe ser atendido, pues en décadas no se había trabajado, se restauró el museo de Arte Moderno y se hace el nuevo sistema anti fuegos de Antropología y se renuevan sus salas etnográficas, el Castillo de Chapultepec también se intervino y el Museo del Caracol”, afirma la funcionaria, que destaca que para acceder a esta última parte el bosque se ha construido una nueva línea de Cablebús que conecta de los Pinos a Santa Fe.
HABRÁ CONTINUIDAD
Sin confirmar si seguirá en algún cargo o al frente de la Secretaría de Cultura, Frausto informa que los programas y proyectos iniciados por el gobierno actual continuarán en la próxima administración.
“La doctora Claudia Sheinbaum es una mujer absolutamente sensible y cercana a la cultura. Nosotros celebramos que ella esté al frente de los destinos de la nación. Es ella con quien llevamos de la mano el Proyecto Chapultepec desde el inicio. Toda la obra pública, si bien es una inversión de Cultura Federal, se hizo de la mano de la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX y la Secretaría de Medio Ambiente.
“Este es un proyecto que ella conoce perfectamente al igual que otros, los cuales tienen que ver con un cambio cultural, de poner a la cultura como un eje de transformación y no como un accesorio. Estamos seguros de su continuidad, porque lo hemos hablado, porque lo hemos construido prácticamente juntas”, afirma.
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Como parte de las incógnitas a corto plazo en la transición de gobierno, en las últimas semanas se supo que la Secretaría de Cultura presentó una reforma integral, en la que se cambiará su estructura y contempla la desaparición de cuatro direcciones generales, entre las que están la Fonoteca Nacional y el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Sobre ello, Frausto comenta: “Es un proceso largo, que se está haciendo como en otras instituciones, y que lleva años realizándose para dar estructura a una secretaría para evitar duplicidades y consolidarla como una institución que sea coherente con todo su quehacer. Quizá se concluya o quizá no antes del cambio de administración”, finaliza.
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