Antojitos Acapulco, los tradicionales molotes 'de la 5' desde 1962 | Clásicos Poblanos

Los productos de Antojitos Acapulco se destacaron por su calidad y sabor, ganando la aceptación del público a pesar de la competencia existente en la zona

Eduardo Romero / El Sol de Puebla

  · jueves 29 de agosto de 2024

La historia de Antojitos Acapulco comenzó a principios de la década de 1960. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla

Antojitos Acapulco, un emblemático establecimiento de la ciudad de Puebla, ha sido un referente de la gastronomía mexicana desde su fundación en 1962. Ubicado en la 5 Poniente número 114 del centro histórico, este negocio ha conquistado tanto a los poblanos como a los turistas, siendo famoso por sus molotes y una variedad de antojitos mexicanos que reflejan la rica cultura culinaria de la región.

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El inicio del negocio

La historia de Antojitos Acapulco comienza a principios de la década de 1960, cuando Micaela Juárez Vázquez y Gilberto Jiménez Fortis decidieron emprender un negocio de alimentos. Inicialmente, la pareja se dedicó a la venta de carnitas y memelas.

El éxito de Tortas y Tacos Michel ha trascendido las fronteras de la colonia. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

Compartían el espacio con un vendedor de jugos que utilizaba el nombre “Acapulco”. Sin embargo, este último optó por traspasárseles su puesto debido a la competencia directa que enfrentaba al frente e irse de Puebla.

Micaela y Gilberto tomaron la decisión de adaptarse a la situación y aunque un tiempo tuvieron el puesto de jugos, lo dejaron, y comenzaron a vender molotes utilizando recetas familiares.

Teníamos que buscar algo que diera resultados, algo que se vendiera, las aguas claro que se vendían, pero la realidad es que teníamos competencia en frente, pero llegó la idea de cambiar, porque mi abuela vendía comida y como teníamos el espacio se empezaron a vender molotes”, relata Dolores Jiménez Juárez, hija de los fundadores y quien está actualmente a cargo del negocio, además de que aclara ellos no son de Acapulco y sólo se quedó el nombre por los inicios del puesto de jugos:

No tiene nada que ver con Acapulco, la verdad es que solo fue por el traspaso del negocio, aquí se vendían las aguas, de un señor que sí era de allá, decidimos cambiar de giro el negocio pero no el nombre

Pronto, su producto se destacó por su calidad y sabor, ganando la aceptación del público a pesar de la competencia existente en la zona.

Ya había un negocio de molotes, pero mi mamá decía que ´el sol salía para todos´, entonces mi mamá se alojó y nos funcionó bien poco a poco, todo esto es de echarle ganas, debemos tener a gusto a las personas relata la hija.


Desde sus inicios el negocio a logrado adaptarse a distintas circunstancias para seguir con su crecimiento. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla


Se agregan los antojitos

El Hornito de San Francisco fue ganando popularidad entre los habitantes de Puebla, entre estudiantes, trabajadores de las fábricas textiles cercanas hasta ser un Clásico Poblano. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla

El éxito inicial en la venta de molotes motivó a la familia Juárez a diversificar su menú. No se limitaron a ofrecer solo molotes, sino que también incorporaron otros antojitos como tacos de canasta, tacos dorados, pelonas, gorditas y tostadas. Esta ampliación del menú fue clave para atraer a más clientes y consolidar el establecimiento como un destino culinario en el centro histórico de Puebla.

Yo creo que el secreto de que esto siga ha sido el guiso de la comida porque no ha cambiado, mi mamá primero y ahora yo, aprendí todos los secretos, tratamos de dar algo de calidad, debemos de dar algo sabroso, por ejemplo, nosotros no reciclamos el aceite menciona Dolores.

La variedad de guisos ofrecidos en los molotes, que incluye tinga, camarón, sesos, requesón y chicharrón, contribuyó a la popularidad del lugar. La calidad de los ingredientes y la autenticidad de las recetas se convirtieron en la marca distintiva de Antojitos Acapulco.

Familias y personas de todas las edad acuden a este punto cercano a la Catedral de Puebla. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla


Su popularidad

A medida que el negocio creció, también lo hizo su reputación. Antojitos Acapulco se convirtió en un punto de encuentro no solo para los locales, sino también para turistas y celebridades. Muchos visitantes, incluidos personajes de la farándula, han disfrutado de sus antojitos, a veces solicitando mantener un perfil bajo para evitar el reconocimiento.

Fonda Margarita cuenta con 32 sucursales de este giro en el país, incluyendo en la capital del estado de Puebla. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla

La proximidad de Antojitos Acapulco al Congreso del Estado también ha hecho que políticos y funcionarios visiten el lugar, recordando tiempos en los que pedían fiado sus comidas, según comenta Dolores.

Muchos siguen siendo clientes, algunos ya no viven aquí en la zona centro, ya se fueron a otras partes de la ciudad y regresan (…) hay clientes que son abuelitos y que traen a las nuevas generaciones, ya son algo tradicional de la ciudad”, afirma Dolores.

Antojitos Acapulco ha demostrado ser un negocio resiliente por situaciones como la pandemia o el cierre de vialidades por manifestaciones que les ha afectado directamente en las ventas a lo largo de su historia

Han abierto prácticamente los 365 días del año. Las temporadas altas de venta, especialmente durante vacaciones, reflejan la continua popularidad de sus productos. Sin embargo, el negocio también enfrenta desafíos; por ejemplo, la falta de sillas en ocasiones provoca que algunos clientes se vayan sin pagar, una anécdota que ilustra tanto el éxito del lugar como sus peculiaridades.

El sabor y calidad de sus platillos le ha ganado reconocimiento a Antojitos Acapulco. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla

La sazón sigue

Taquería Barradas se convirtió en un sitio de reunión obligado, donde poblanos y visitantes hacían largas filas para degustar sus platillos emblemáticos. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla

Hoy en día, el legado de Micaela y Gilberto continúa a través de su hija, quien ha asumido la responsabilidad del negocio, compartiendo las recetas originales a los comensales que siguen llenando el espacio. La familia espera que la tercera generación se involucre, garantizando la continuidad de este querido establecimiento por muchos años más.

De aquí es donde sacamos para vivir, mientras dure está bien, parece ser que mi sobrina va a seguir con el negocio, pienso yo, la vida da tantas vueltas, yo estaré hasta que pueda, deseo que siga, pero ya se verá”, agrega y finaliza Dolores, quien es reconocida por mucha gente por ponerse a conversar con los clientes que acuden a consumirle.

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Desde sus humildes comienzos hasta su consolidación como un destino popular para locales y turistas, su historia es un reflejo de la pasión. A medida que la familia Juárez continúa con este legado, Antojitos Acapulco seguirá siendo un lugar referente en la ciudad, un clásico poblano.

La intención es que una nueva generación mantenga la tradición de Antojitos Acapulco. Foto: Bibiana Diaz / El Sol de Puebla