Beatifican al sacerdote poblano Moisés Lira Serafín en la Basílica de Guadalupe

Fue en junio de 1950 cuando, después de padecer varias complicaciones cerebrales, perdió la vida en la capital del país

Daniel Cruz Cortés / El Sol de Puebla

  · sábado 14 de septiembre de 2024

Representantes líderes de la Iglesia Católica en México y Roma materializaron la beatificación del padre Moisés Lira Serafín. Foto: Basílica de Guadalupe

Mediante a la ordenanza del Papa Francisco, representantes líderes de la Iglesia Católica en México y Roma materializaron la beatificación del padre Moisés Lira Serafín, originario de Tlatempa, Zacatlán, Puebla, a través de un ritual efectuado en la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, con la presencia de autoridades eclesiásticas de todo el mundo.

Como parte de los trabajos mandatados por el líder católico, el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de la Causas de los Santos de la Santa Sede, quien acudió este sábado a la ceremonia en representación del Papa Francisco, se realizó la beatificación del padre Lira Serafín. También participó Carlos Aguiar Retes, arzobispo de la Arquidiócesis Primada.

➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante

De esta manera, se informó a los fieles católicos que los rezos y actos de veneración al sacerdote poblano quedaron aprobados por el Vaticano y la Iglesia Católica en México.

Con este acto, se dio a conocer que a partir del año entrante se considerará el 25 de junio como el día del padre Moisés Lira Serafín. Lo anterior de acuerdo a un acuerdo aprobado por la Santa Sede el pasado 3 de julio, en Roma, Italia.

En la misa, que estuvo acompañada de varios números de música y danza, ante un nutrido grupo de fieles que se dieron cita en la Basílica de Guadalupe, en la capital del país, el cardenal Marcello Semeraro destacó varios momentos de la vida del sacerdote poblano.

Según el representante de la Santa Sede, el padre Moisés Lira Serafín se caracterizó siempre por ser un líder religioso humilde y manso, pues afirmó que su finalidad era reproducir la imagen de Jesucristo.

Afirmó que el ahora beato se convertirá en un modelo para muchas personas que tuvieron una infancia y juventud pobre, pero que buscan la felicidad individual y colectiva mediante la difusión de las enseñanzas eclesiásticas. Además, destacó que su legado será recordado por ser uno de los principales impulsores del cuidado a las personas enfermas y en situaciones difíciles.

Según representantes de la Iglesia Católica en México, el sacerdote poblano nació en Zacatlán el 16 de septiembre de 1893, a las 5 de la tarde. Fue el séptimo –y último– hijo de sus padres, Pedro Lira Batalla y Juliana Serafín Salas.

Influenciado por hechos poco gratos, como la muerte de su madre, el sacerdote poblano decidió enlistarse en la Iglesia Católica, como estudiante y luego como padre.

Luego de haber vivido en varios lugares de Puebla, como Tlatlauquitepec, Huejotzingo y Amozoc, el padre Moisés Lira Sánchez llegó a la Ciudad de México en 1914.

Posteriormente, y luego de haber sido enviado a Roma para cursar Teología, el sacerdote fundó la congregación de Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.

Fue en junio de 1950 cuando, después de padecer varias complicaciones cerebrales, perdió la vida en la capital del país.

Cabe recordar que la beatificación es un proceso eclesiástico enfocado en brindar a una persona fallecida la licencia para ser venerada de forma limitada, es decir, no se concede veneración universal, como se hace con un santo. Para ello, es necesario que el personaje sea canonizado.

Para finalizar, es importante señalar que la oración aprobada por la Arquidiócesis Primada de México para rezar por el padre Moisés Lira Serafín es la siguiente:

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

“Dios y Padre nuestro, que en el Beato Padre Moisés Lira Serafín nos has dado ejemplo de caridad en el servicio alegre a los pobres y lo constituiste apóstol del amor filial a Ti y a la Madre de tu Hijo, haz que imitándolo amemos a Cristo, como él lo amó, y lo sirvamos en nuestros hermanos. Escucha Señor nuestra súplica confiada y otórganos por su intercesión la gracia que te pedimos. Concédenos, Padre, que su glorificación en la Iglesia sea para que en todos los hombres se acreciente el espíritu de adopción que nos has dado en tu Hijo Jesucristo. Amén”.